En su primer año en Chile, Whoosh ha logrado posicionarse en el mercado de alquiler de scooters eléctricos, superando 1.3 millones de viajes y extendiendo su servicio a más comunas y ciudades. Este logro resalta el compromiso de la comunidad con opciones de movilidad más limpias y eficientes.
Desde su llegada a Santiago, Whoosh ha visto una adopción significativa, con más del 50% de los viajes en Sudamérica originados en esta ciudad. La demanda constante ha permitido que la empresa expanda su oferta desde una municipalidad inicial a cuatro, incluyendo Vitacura, La Reina, Las Condes y Providencia, con cerca de 3,000 scooters en operación. Además, Temuco se ha sumado recientemente con 500 unidades adicionales.
La seguridad es un pilar crucial para Whoosh. Con una tasa de incidentes menor del 0.05%, destacan en la seguridad comparado con otros medios de transporte urbano. La Escuela de Conducción de Whoosh, activa en Temuco y Santiago, promueve prácticas seguras y responsables entre sus usuarios.
La aplicación de Whoosh no solo crece en usuarios, sino también en funcionalidades. Recientemente, se ha integrado un nuevo sistema de identificación para mejorar la seguridad y confiabilidad del servicio. Estas mejoras continuas aseguran que Whoosh se mantenga a la vanguardia en tecnología y servicio al cliente.
La operación de Whoosh en Chile también contribuye a los objetivos nacionales de descarbonización. Al proporcionar una alternativa de transporte limpio, Whoosh juega un papel vital en el esfuerzo del país por reducir su huella de carbono, alineándose con las políticas del Ministerio de Energía y Minería hacia un futuro más verde.
Whoosh no solo ha transformado el paisaje de la movilidad urbana en Chile con sus scooters eléctricos, sino que también ha establecido un ejemplo de cómo la tecnología y la innovación pueden facilitar una transición hacia opciones de transporte más sostenibles y seguras.
¿Cómo cree que servicios como Whoosh pueden impactar en la calidad de vida en las ciudades chilenas?