Por Víctor Opazo Carvallo, Gerente General de Netline
A medida que nos despedimos de los meses más fríos y damos la bienvenida a un verano lleno de alegría y vacaciones, no podemos ignorar la amenaza inminente de incendios forestales, que se espera que sea aún más intensa que en años anteriores. Combinado con recientes inundaciones y el persistente robo de cables, el panorama para la conectividad a Internet a empresas se torna incierto, en jaque y no solo en ciertas regiones, sino que a nivel país.
Estas contingencias, lamentablemente, se han vuelto más frecuentes y nos han sumido en caídas masivas de Internet que pueden durar horas e incluso días. Estas interrupciones no solo son una molestia, sino que también conllevan pérdidas financieras significativas para las empresas que dependen de esta plataforma.
Afortunadamente, para evitar este tipo de situaciones, en el último tiempo se han hecho presentes figuras que permiten un resguardo y una mayor calma para las compañías, como son los seguros de Internet, nueva modalidad que se acaba de lanzarse en nuestro país.
Es inevitable anticipar que, frente a las diversas emergencias que pueden surgir en cualquier temporada del año, no solo durante el verano, los servicios están evolucionando de ser una simple opción adicional a transformarse en un estándar esencial. Estos servicios aseguran la conectividad constante y la ininterrumpida operación de los procesos empresariales, proporcionando una sólida salvaguardia contra los desafíos del entorno.