Por Claudio Oyarzún Fracei, Gerente general de HumanNet.
Una de las definiciones de trabajar en equipo corresponde a la capacidad de participar en forma activa en la obtención de una meta común, donde los intereses personales se subordinan a los objetivos del grupo.
En efecto, se trata de una de las competencias más requeridas y apreciadas por las organizaciones, dado los altos niveles de digitalización, globalización y complejidad de los negocios actuales. Y es que en el mundo empresarial donde estamos inmersos, las compañías e instituciones requieren cada vez más de soluciones creativas e innovadoras que sólo el trabajo mancomunado puede generar.
En este sentido, contar con equipos de trabajo que estén compenetrados y consolidados, junto con representar una ventaja competitiva, emerge como un requisito crucial para que una organización crezca y permanezca vigente en el tiempo.
Columnas al director
A nivel de habilidades interpersonales, el trabajo en equipo permite a los colaboradores de una empresa o institución desarrollar ciertas destrezas interpersonales, tales como una mejor comunicación, liderazgo y empatía, entre otras. Se trata de competencias que aportan al desarrollo profesional y personal en el tiempo, pudiendo los individuos enfrentar situaciones más exigentes y desafiantes.
En cuanto a la productividad, al trabajar en equipo las personas se centran en sus fortalezas para realizar aquellas tareas y funciones donde alcanzan un mejor desempeño. Gracias a la colaboración que esta modalidad permite, se puede apreciar un mayor apoyo entre los miembros para lograr los objetivos establecidos y superar los desafíos que van apareciendo.
En la medida que los miembros de una organización se desempeñan en forma colaborativa, la cultura de una empresa o institución también se ve beneficiada, dada la promoción de ciertos valores tales como, por ejemplo, una mejor comunicación, manejo adecuado de los conflictos, mayor confianza entre los colaboradores, etc. Lo anterior, además, viene a aumentar el compromiso de los trabajadores, reducir la rotación y mejorar el ambiente laboral en el tiempo.
A la vez, los equipos de trabajo suelen ser más flexibles para adaptarse a los cambios del entorno, sean económicos, tecnológicos, etc. Asimismo, los miembros de un equipo tienen una mayor capacidad de resiliencia para sacar lecciones de aquellas situaciones difíciles o de los errores cometidos para así avanzar a paso firme, con una mirada de largo plazo.
Desde el punto de vista de la diversidad, los equipos de trabajo están conformados por colaboradores que tienen distintas destrezas, conocimientos y opiniones, todo lo cual enriquece su labor y permite que la creatividad fluya y se traduzca en ideas más innovadoras.
En síntesis, disponer de equipos de trabajo es una estrategia que permite a una empresa o institución un mayor desarrollo, competitividad y vigencia en el tiempo, en especial en un mundo de los negocios que es dinámico, incierto y cambiante.
Francisco Carrasco M.
