Por Elton Borgonovo, vicepresidente & director regional de Gobierno, Motorola Solutions América Latina.
Brindar a la comunidad un entorno seguro y protegido, donde los ciudadanos puedan disfrutar de la ciudad sin temor, es el deseo de la mayoría de gobiernos, quienes en sus planes priorizan la seguridad, entendiendo que sin seguridad es inviable el desarrollo y el bienestar de nuestras comunidades.
No en vano, el mercado de seguridad en América Latina alcanzó un valor de US$ 8,60 mil millones en 2022, según datos de la empresa investigadora de mercados y de inteligencia “Informes de Expertos”, quienes también proyectan un crecimiento constante a una tasa anual compuesta (CAGR) del 3,80% durante el periodo de pronóstico 2023-2028.
De cara a este gran desafío de promover ciudades más seguras, la tecnología tiene mucho que aportar, siendo un eslabón clave para multiplicar los recursos de las agencias de seguridad pública, amplificar sus capacidades, y tener un enfoque más proactivo que reactivo, que permita anticipar amenazas y responder de manera oportuna al llamado de los ciudadanos frente a una amenaza o emergencia.
En este contexto, veo tres tendencias en tecnología que predominarán en este 2024 para encarar los retos de seguridad en América Latina. Estas tendencias son:
1.- Inteligencia Artificial
El video es un componente fundamental en la infraestructura de una ciudad que busca ser más segura, pero más allá del hardware, la tendencia se inclina hacia la implementación de software avanzado potenciado por Inteligencia Artificial (IA). Este enfoque no solo busca automatizar procesos, sino también analizar de manera eficiente datos, videos e imágenes con el fin de ampliar las capacidades humanas y optimizar la respuesta en situaciones de emergencia.
En ese sentido, la creencia de que realizar múltiples tareas simultáneamente incrementa la productividad es, según la Harvard Business Review, un autoengaño que puede resultar contraproducente, reduciendo la productividad hasta en un 40%.
En contraste, la IA se presenta como una solución eficaz en la supervisión activa de cámaras, detectando situaciones inusuales, como la presencia de humo u autos que coinciden con descripciones solicitadas. Este enfoque permite a los analistas de video verificar posibles elementos de interés, evitando la revisión de interminables transmisiones de video y mejorando significativamente la eficiencia del monitoreo.
2.- Video móvil:
Las cámaras corporales o bodycams se han posicionado como una herramienta fundamental en la captura y registros de incidentes. Además de proporcionar información valiosa para un mejor entendimiento situacional, representan evidencia neutral de los sucesos y está cada vez más avalado como material probatorio en el orden judicial. De allí que más del 60% de los ciudadanos aseguren sentir mayor sensación de seguridad en la sociedad cuando se emplean tecnologías avanzadas de video, según el estudio “Consenso por el cambio” de Motorola Solutions.
Con una proyección a una tasa anual compuesta (CAGR) del 9.4%, según el pronóstico de MarketsandMarkets, el mercado de videoseguridad está experimentando un notorio incremento. Las inversiones focalizadas en video móvil, especialmente en cámaras corporales, tienen como objetivo resguardar a las agencias de seguridad y propender por la protección de los ciudadanos, al mismo tiempo que fomentan la transparencia en las acciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad.
3.- Ciberseguridad
América Latina y el Caribe destacan como zonas con una elevada frecuencia de ciberataques a nivel global, enfrentándose a más de 1.600 incidentes por segundo. Estos datos provienen de la colaboración entre una docena de empresas de ciberseguridad, las cuales se unieron para elaborar el informe inaugural de CISO LATAM 2023 sobre ciberseguridad, que ofrece perspectivas de líderes de la industria. El informe subraya el preocupante aumento del cibercrimen y subraya la importancia de que gobiernos y empresas estén debidamente preparados para prevenir y contrarrestar los ciberataques.
En este escenario, los ataques cibernéticos no sólo buscan vulnerar empresas, sino que también tienen como objetivo estratégico poner en jaque instituciones gubernamentales y agencias de seguridad pública. Si estas no cuentan con una protección adecuada, puede derivar en un impacto significativo en la seguridad nacional y la protección civil.
Por esta razón, los líderes tecnológicos están cada vez más enfocados en fortalecer la seguridad de sus comunicaciones mediante servicios que salvaguarden la integridad de las redes de comunicación crítica utilizadas por la Policía, el Ejército y otras agencias de emergencia. El objetivo es minimizar el riesgo de interrupciones o interceptaciones en comunicaciones vitales. Así, la ciberseguridad y la disponibilidad de servicios se entrelazan para asegurar una respuesta efectiva, no sólo a través de medidas preventivas de seguridad, sino también garantizando la eficiencia durante situaciones críticas.
En el horizonte del 2024, las tendencias tecnológicas en seguridad pública nos muestran un panorama donde podamos apalancarnos en la innovación para delinear un camino hacia un futuro más seguro.