Los años 50 están marcados por la aceleración del proceso descolonizador en África, Oriente Medio y Asia mientras que en el Viejo Continente se firmaban los tratados que posteriormente darían lugar a la Unión Europea.
El consumismo avanzaba en Estados Unidos mientras que las economías alemana y japonesa sufren una fuerte (y “milagrosa”) recuperación, en un contexto en el que la carrera espacial se convierte en uno de los principales ejes de la rivalidad tecnológico-cultural de la Guerra Fría.
En 1957 el soviético Sputnik 1 se convierte en el primer satélite artificial de la historia y el Sputnik 2 cuenta con una ilustre pasajera, la perra Laika, el primer animal en viajar al espacio.
1950: trabajo en equipo, la máxima de las telefonistas
La labor de las telefonistas, popularmente conocidas como las chicas del cable, estaba basada en una formación muy completa puesto llevaban la operación en las llamadas interurbanas e internacionales y debían coordinarse de manera eficiente con otras telefonistas.
Además, eran las encargadas del contacto con el cliente por lo que eran la imagen de la compañía en su trato diario.
Como recogemos en nuestra web del centenario, el manual de la telefonista de 1950 ya indicaba la importancia del trabajo en equipo puesto que “la ejecución del servicio sería imposible si cada telefonista, aun con la mejor intención, trabajara como le pareciese (…) la labor de conjunto es especialmente necesaria en la tarea de establecer una conferencia, ya que la operación interurbana, no será posible si se carece de espíritu de cooperación similar al de un equipo deportivo”.
Un espíritu y orgullo de pertenencia que se ha ido manteniendo a lo largo de los años hasta el punto de que quienes trabajamos en Telefónica nos referimos a nosotros mismos como ‘telefónicos’.
1951: avanza la automatización
El sistema automático continúa avanzando y alcanza dos nuevas capitales de provincia (Lugo y Guadalajara) de forma que los sistemas se diseñan e instalan con visión de futuro ya que cada nueva central automática nace preparada para que, en el medio plazo, los propios abonados sean capaces de gestionar sus llamadas entre diferentes localidades.
En un año marcado por avances tecnológicos como el cable coaxial o el sistema de radio múltiple, la lista de espera seguía siendo un caballo de batalla para Telefónica: 166.000 solicitudes estaban todavía sin atender.
Este asunto preocupaba enormemente a la compañía, hasta el punto de que la memora de 1951 recogía lo siguiente: “Podéis estar seguros de que nada de lo que sea factible dejaremos de hacerlo y de que nuestra ambición es implantar en España un servicio telefónico tan amplio, completo y perfecto como puedan serlo los mejores del mundo”.
1952: primeras experiencias en telefonía móvil desde vehículos
Aunque pueda parecer increíble, ya en 1952 era posible hablar desde el teléfono en el coche: este año anunciamos que estaba en fase de pruebas un equipo de radio móvil urbano que pronto entraría en servicio en Madrid y Barcelona, un avance que “permitirá a nuestros abonados hablar con los coches en marcha dentro del área urbana de la ciudad”.
1952 también estuvo marcado por un nuevo hito de la compañía: por primera vez en la historia se instalaron más de 100.000 teléfonos a lo largo del año.
1953: llamadas de abonado a abonado
El año 1953 trae un salto cualitativo en la automatización, al instalar en las centrales provinciales equipos que permitían el discado directo de abonado a abonado sin intervención de la operadora.
Ese mismo año, la plantilla superaba los 17.000 trabajadores, por lo que Telefónica se convertía en el mayor empleador privado del país. En paralelo, la política social continuaba ampliándose desde un nuevo seguro de enfermedad hasta la creación de residencias vacacionales.
1954: se populariza el interfono
El año del 30 aniversario de la compañía se cerró con más de 980.000 líneas.
También comenzó a popularizarse el interfono, terminales instalados en superficies grandes como fábricas, oficinas u hoteles y que establecen comunicación entre sí sin salir al exterior. Unos aparatos muy útiles para la comunicación entre diferentes estancias o salas con un uso sencillo y un mantenimiento simple y económico.
1955: ¡Un millón de teléfonos!
En 1955 se vivió uno de los grandes hitos de la compañía, al alcanzarse el millón de teléfonos instalados. España se convertía así en el undécimo país del mundo en alcanzar esta cifra.
Además, con la incorporación de Teruel, todas las capitales de provincia españolas se culmina el mapa de capitales de provincia con centrales automáticas. Sin embargo, todavía quedaban más de tres décadas para que todo el servicio funcionara sin la intervención de las telefonistas.
1956: llegan los teléfonos de disco de uso doméstico
1956 estuvo marcado por dos acontecimientos de gran relevancia para el ámbito doméstico. El primero, el comienzo de las emisiones de TVE. Como se explica en la web del centenario, “durante los años previos se implantaron las infraestructuras necesarias de la red básica, y con la inauguración este año del cable coaxial Madrid-Zaragoza-Barcelona que proporcionaría mucha más facilidad y calidad de las comunicaciones, se estableció el escenario ideal para las múltiples conexiones que permitirían las retransmisiones de televisión”.
En ese mismo año, Telefónica incorporó el modelo 5523-EZ como el primer teléfono de disco en España de uso doméstico. Se trataba de un terminal de fabricación nacional de baquelita negra en el que el auricular y el aparato se unían mediante un cable extensible en espiral con un disco de marcaje en el centro. Un aparato que es cierto que estaba todavía al alcance de pocos hogares.
1957: las llamadas a barcos dejan de ser ciencia ficción
Aunque ahora pueda parecernos chocante, en 1957 comenzó a utilizarse en Madrid y Barcelona el “Servicio Medido”, una nueva forma de tarificar popularizada en otros países y por la que el coste de la llamada dependía de cuánto durase. Durante décadas, la tarificación era por “pasos” y así se medían las llamadas.
1957 finalizó con 175.000 nuevas líneas telefónica, el registro anual más alto hasta el momento. Un año que incorporó también una novedad: la posibilidad de telefonear a viajeros de buques en alta mar con la misma calidad de servicio que si estuvieran en su casa.
1958: récord de nuevas poblaciones con teléfono por primera vez
En este año, Telefónica consigue un nuevo récord: casi 600 poblaciones pudieron hacer uso del teléfono por primera vez.
Un 1958 en el que el bienestar de la plantilla continuaba siendo una prioridad con viviendas, economatos, reconocimientos radiográficos periódicos o colonias infantiles y residencias vacacionales.
1959: aumento en la calidad del servicio
A finales de este año, la compañía acredita que el 55% de las llamadas son atendidas en el acto y que el 80% lo son en el primer medio minuto.
Para estas mejoras en el servicio, así como con el objetivo de descender las listas de espera de personas querían contar con línea telefónica, la compañía necesitaba inversión y capital.
Las ampliaciones de capital no eran la única fórmula, y la CTNE consigue la aprobación gubernamental para aplicar ciertas subidas en los servicios: en función del tipo de llamada, sobretasas de entre 0,25 y 3 pesetas o subida en la cuota de abono de “30 pesetas para particulares y 45 para negociantes”.