La reciente normativa del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que entrará en vigor el 2 de enero de 2025, impone limitaciones estrictas a las inversiones estadounidenses en sectores tecnológicos clave de China, incluidos la inteligencia artificial, los semiconductores y la tecnología cuántica. Esta medida surge tras la orden ejecutiva del presidente Biden en agosto de 2023, que busca regular las inversiones en tecnologías con potencial uso militar o de inteligencia en países considerados de interés estratégico para la seguridad nacional.
Según la normativa, individuos y empresas estadounidenses están obligados a notificar al Tesoro cualquier relación comercial con entidades chinas en sectores tecnológicos específicos que puedan representar una amenaza potencial a la seguridad nacional. Las tecnologías cubiertas incluyen aquellas críticas para el desarrollo de aplicaciones avanzadas en los campos de la inteligencia y ciberseguridad, como sistemas de descifrado de alta precisión o aeronaves militares de próxima generación. En caso de infracción, las multas podrían alcanzar los 368,136 dólares o el doble del valor de la transacción involucrada.
Paul Rosen, secretario adjunto de seguridad de inversiones, subrayó la importancia de proteger la propiedad intelectual y los conocimientos gerenciales:
“La inteligencia artificial, los semiconductores y las tecnologías cuánticas son fundamentales para el desarrollo de la próxima generación de aplicaciones militares, de vigilancia, de inteligencia y de ciertas aplicaciones de ciberseguridad, como los sistemas informáticos de descifrado de códigos de última generación o los aviones de combate de próxima generación”.
China endurece sus propias restricciones
En respuesta, China ha implementado nuevas restricciones a la exportación de minerales de tierras raras —como germanio y galio— esenciales para la fabricación de semiconductores. Además de reforzar el control estatal sobre las instalaciones de producción de minerales, a partir del 1 de octubre de 2024, exige a los exportadores documentar cómo sus envíos se integran en la cadena de suministro global. Esta medida, que también incluye el antimonio, ya ha tenido un impacto significativo en los precios de estos materiales en Europa.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), China domina la producción mundial de estos minerales, siendo responsable del 98 % de galio y el 60 % de germanio. A pesar de que la producción de antimonio ha disminuido, el país sigue siendo el líder global en este mercado, con una participación del 48 % en 2023.
¿Cómo cree que afectarán estas restricciones a la cooperación tecnológica entre EE.UU. y China en los próximos años?