Por Diego González, Chief Information Security Officer (CISO) en Rankmi
El 26 de agosto se aprobó la Ley de Protección de Datos, que crea la agencia del mismo nombre, y que nos alinea con la legislación europea, renovando el tratamiento que actualmente se le da a los datos personales en Chile.
Para algunas industrias, esto representa un desafío en la oferta de bienes y servicios, así como la fidelización de clientes. Un claro ejemplo de la importancia de la aprobación de esta ley, son las llamadas spam de entidades con las que nunca has interactuado, debido a la transferencia de datos sin consentimiento.
Esta situación se ha vuelto común, y refleja la necesidad de un mayor control y responsabilidad en el manejo de nuestra información personal. Y representa un reto especialmente importante para aquellas compañías digitales, cuyo negocio se centra en el manejo de información sensible.
Aún quedan 24 meses para que la Ley entre en vigor, un tiempo más que prudente para que las compañías ajusten sus políticas a esta nueva realidad. Tiempo también para que se comprometan en resguardar la privacidad de sus usuarios y adopten las nuevas normativas en materia de protección de datos, lo que nos posiciona a la vanguardia latinoamericana, y prioriza los derechos de los ciudadanos en una era digital cada vez más compleja.