Por Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.
Todo avance acarrea miedos y cada miedo se puede transformar en superación. La evolución de la tecnología en las industrias es un debate constante sin conclusión hoy en día, pues el mayor temor de los ciudadanos es llegar a perder sus puestos de trabajo frente a la implementación de robots y soluciones que mejoran y agilizan los procesos de muchas compañías.
De acuerdo con una encuesta de Cadem, el 22% de los chilenos aseguró que su mayor miedo está en la falta de trabajo, mientras que el 5% le genera incertidumbre que disminuyan las fuentes de empleo.
En contraste a ello, IPSOS, en su informe Proyecciones 2024, precisó que 73% de las personas en Chile considera que es probable que la inteligencia artificial (IA) pueda provocar la pérdida de puestos de trabajo.
Sin embargo, desde el punto de vista empresarial, más que una teoría, es un mito que debe ser erradicado con el ejemplo. La realidad en muchos espacios laborales es la modernización y el liderazgo que los colaboradores están teniendo en sus faenas. Y es que, frente al uso de tecnologías, automatización y robotización, surgen espacios donde la productividad puede ser mayor.
La capacidad humana para mejorar el desempeño
La adquisición de soluciones tecnológicas, como es la IA, va de la mano con la capacidad humana de poder manejarla, introducir información y precisar que las operaciones funcionen de manera correcta, en un contexto donde la omnicanalidad está tomando mayor relevancia.
Si vemos ejemplos cercanos, los supermercados y tiendas de retail se han ajustado al uso de autoservicio, con la implementación de soluciones, como las Selfcheckout (cajas de autopago); sin embargo, no todos los procesos se pueden realizar de manera autónoma, pues la asistencia de un personal es de suma importancia y de relevancia para que, en ocasiones, pueda avanzar la compra.
En línea con esta realidad digital, que no parará de crecer, las empresas tienen el poder de impulsar y brindar mayor capacitación a sus colaboradores para que puedan reforzar sus competencias laborales junto con las tecnologías presentes. Asimismo, los trabajadores tienen el reto de seguir preparándose profesionalmente con el objetivo personal de alcanzar puestos de trabajo que están surgiendo con el avance de la automatización.
Las empresas pueden adquirir tecnologías, pero también debe contar con personal capacitado que pueda estar detrás de estas herramientas para que funcionen de la manera adecuada. Hoy, como personas, debemos actualizarnos en las distintas áreas que nos competen, entender cuáles son los avances y cómo podemos estar alineados con ellos.
Nuevas carreras
En el ámbito profesional y académico está siendo más notable el interés y preocupación de las escuelas en preparar a sus futuros egresados en materia tecnológica. La carrera de ingeniería es una de las que más está mutando, con una variedad de aristas enfocadas en la contingencia tecnológica actual.
A las profesiones ya conocidas se les suman ingenieros en automatización, ingenieros en robótica, electrónico, analítico o ingenieros en predicción. Cargos que hoy ya están exigiendo las compañías y que hace 10 años no se pensaban incorporar.
Las personas no van a ser reemplazadas, la búsqueda con la innovación tecnológica se enfoca en hallar mecanismos más colaborativos para ayudar a que los humanos hagan un trabajo más preciso, transparente, ágil y con la menor cantidad de errores. Cuidar los espacios de trabajo es responsabilidad de las empresas, pero también de todo aquel que ve oportunidades de mejora en un mismo puesto, de la mano de la automatización.