Por Paula Arenas, directora ejecutiva de Compromiso Minero.
Un reciente estudio de EY afirma que “no hay transición energética sin minería y metales”, dado que para satisfacer la demanda prevista, la minería del cobre deberá aumentar la inversión a más de US$250 mil millones al año para 2030, frente a los US$105 mil millones actuales.
Chile es el principal productor de cobre del mundo, por lo mismo, hoy no sólo tiene en sus manos la oportunidad de liderar la lucha contra el cambio climático, sino de hacerla posible.
Desde Compromiso estamos conscientes de que el crecimiento en la producción conlleva también la implementación de prácticas cada vez más sostenibles, y es por ello que ha sido, desde hace más de una década, la gran prioridad de la industria. Sin ir más lejos, fue el mismo presidente y CEO de ICMM (International Council on Mining and Metals), Rohitesh Dhawan, quién en Cesco Week destacó a Chile como un ejemplo de vanguardia en sostenibilidad.
Desde nuestra red de más de 110 adherentes del ecosistema minero, estamos convencidos de que si seguimos fomentando instancias de diálogo y trabajo colaborativo, para unir las mejores prácticas mundiales y locales, la transición energética no sólo será posible, sino que también seremos el país que la lidere.