Por Nicolás Barroso, director de Asociación de Desalación y Reúso de agua (ACADES), y CoFundador Bloom Alert.
Estamos siendo testigos de los devastadores resultados del cambio climático, por lo que es urgente sumar nuevas tecnologías que ayuden a enfrentar este problema. Un ejemplo es la utilización de IA en proyectos de desalación, ofreciendo beneficios significativos en la eficiencia operativa y sostenibilidad ambiental. Permite tomar decisiones más rápidas y precisas, optimizando así el funcionamiento de las plantas y minimizando el impacto ambiental. Esto se logra al optimizar el rendimiento de las plantas mediante la predicción y control de variables clave, tales como indicadores de calidad de agua y algunos sensores fundamentales de la planta. Además, permite anticipar y mitigar los efectos de condiciones ambientales variables, asegurando así una operación más estable y eficiente.
Es fundamental que se entienda la importancia de la implementación de esta nueva tecnología en la desalación. Si bien, es indiscutible la contribución que realiza al cuidado del medioambiente, ahí no termina todo, la IA identifica patrones de consumo energético y sugiere mejoras para aumentar la eficiencia, reduciendo los costos operativos a largo plazo. Esto demuestra que para las industrias no existe razón alguna para no incluirla en sus procesos de desalación. Además, al mejorar el aprovechamiento de los recursos energéticos, se contribuye a la reducción de la huella de carbono. Esto se traduce en una disminución de la cantidad de energía necesaria para la producción de agua potable, lo que resulta en una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la generación de electricidad.
La incorporación de la IA en el proceso de desalación es esencial para promover una gestión del agua más eficaz y sostenible. Ofrece herramientas clave para enfrentar los desafíos de escasez hídrica y cambio climático, garantizando la disponibilidad de agua potable para las generaciones futuras. Promueve una gestión responsable y consciente de los recursos naturales, impulsando la innovación y mejora continua en el sector de la desalación, lo que reflejaría un compromiso responsable con la mitigación del cambio climático y la protección del medio ambiente por parte de las industrias.