Tanto la industria de prepago como la financiera tradicional tienen desafíos en común. Ambas velan por robustecer temas esenciales como la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información, además de la ciberseguridad.
Y aunque han tenido importantes avances, destacando la sustitución de data altamente sensible (como el de tarjetas de crédito o débito) por un único identificador, que es lo que conocemos como la tokenización; así como el cifrado de datos y la autenticación de dos factores, donde mayor contraste existe entre ambos sectores es que en la industria de prepago no se cuenta con un nexo de los actores con entidades que puedan sólidamente identificarlos, como lo sería, por ejemplo, a sus cuentas bancarias tradicionales, dificultando esto la identificación y trazabilidad de los actores, dejando más espacio al fraude online.
Así, para prevenir y controlar ciberataques tiene un lugar protagónico la concientización a usuarios, a modo de prevenir el fraude de suplantaciones de identidad, conocido esto como ataques de phishing. Sin duda, es fundamental también evitar la interceptación de los datos que están enviándose entre las partes, por lo que la implementación del cifrado de extremo a extremo es clave. Además, destaca la aplicación de la autenticación multifactor y el desarrollo seguro de las aplicaciones involucradas en las operaciones.
No obstante, el principal desafío es acortar de manera efectiva las actuales brechas digitales que existen en el universo de usuarios, que cada vez crece más en esta metodología de pago. A nivel de tecnología, es necesario una homologación de las API. Esto último para resguardar y fortalecer interoperabilidad y seguridad, así como también lograr mayores eficiencias en el proceso.
Y es que los riesgos aumentan en el segmento de usuarios que recién están incorporándose e iniciando su experiencia con el uso de metodologías prepago. Pueden verse entre los más vulnerables, el público joven y también el de personas mayores. No sólo para ellos, sino que para todo el universo de usuarios es clave el mix de educación financiera, de ciberseguridad y de concientización respecto de los riesgos, trampas y acciones que jamás hay que hacer en la dinámica financiera del ciberespacio para así no ser víctimas de fraude.