Por María Eugenia Fernández, directora de MileniumGroup Chile
El sector tecnológico se ha convertido ya hace un par de años en un gran impulso para las empresas, independiente de su tamaño y rubro al que pertenezcan. Es así que existe una gran demanda por profesionales del área, la que, sin embargo, se enmarca en un contexto de falta de talento calificado.
A modo de ejemplo, el estudio Radar 2022 señala que en el área de tecnología existen diferentes perfiles que buscan las organizaciones. Entre ellos destacan los desarrolladores web (43%), desarrolladores mobile (38%), data engineer (34%), ingeniero de software (34%), cloud y virtualización (34%) y data scientist (30%).
Este contexto refleja un lado de la moneda: la necesidad de contar con profesionales pertenecientes al rubro de Tecnologías de la Información (TI), un área que como sabemos, permite optimizar procesos y mejorar la eficiencia.
Sin embargo, a la hora de buscar este tipo de perfiles, nos enfrentamos a otra realidad, una en la que no contamos con la cantidad necesaria de expertos. Y ello se puede atribuir principalmente a dos factores: El rubro no representaba una prioridad a la hora de seleccionar una carrera profesional o no cuentan con las habilidades necesarias. Es aquí donde quiero detenerme y hablar de la capacitación, a mi juicio, una gran aliada.
En este sentido, el reporte Futuro del Empleo 2023, elaborado por el Foro Económico Mundial, señala que seis de cada 10 trabajadores necesitarán capacitarse antes de 2027, siendo la mayor prioridad la formación en pensamiento analítico. Le siguen el pensamiento creativo y la formación para utilizar Inteligencia Artificial y macrodatos.
En este contexto es que la capacitación se transforma en una herramienta de doble propósito. Por un lado, hay quienes toman este tipo de cursos para aprender algo distinto, teniendo además, la posibilidad de insertarse en un mundo nuevo que responde a las necesidades del mercado.
Pero al mismo tiempo, las distintas áreas de una organización se van modernizando e incorporando nuevas técnicas y tendencias. Allí la capacitación permite ampliar los actuales conocimientos y tener mayor especialización en un área determinada. Es importante entonces que se cuente con la flexibilidad necesaria para continuar adquiriendo competencias, pues puede marcar la diferencia a la hora de retener talento.
En relación con ello, Gallup realizó una investigación que midió los elementos que marcan el compromiso de los empleados, entre los que se encuentran el sentirse valorados, recibir feedback, además de oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Este mismo estudio muestra que desde marzo de 2020, las generaciones Millenial y Z han experimentado el mayor descenso en cuanto a tener oportunidades para aprender y crecer, sentirse conectados con la misión de la organización, tener conversaciones sobre el progreso con los directivos, recibir oportunidades para desarrollarse y sentir que sus opiniones cuentan.
Estos resultados sugieren que los trabajadores más jóvenes se sienten progresivamente más desvinculados de sus organizaciones y directivos y es menos probable que vean un futuro para ellos.
Este contexto indica entonces que se debe actuar, tomar medidas que permitan anticiparse y no tener que revertir situaciones que afecten la marca empleadora. Una forma eficaz de aumentar su participación pasa por brindarles oportunidades para desarrollar nuevas habilidades y avanzar en sus carreras. Por otro lado, sabemos que las personas quieren ser escuchadas. La realización de encuestas, focus group o entrevistas personales son herramientas que permitirán levantar información sobre las cuales se podrán tomar acciones concretas.
El rubro tecnológico seguirá avanzando a pasos agigantados, por lo que la capacitación seguirá siendo un aliado para contar con los conocimientos que las organizaciones necesitan. Estas, a su vez, deberán escuchar a sus propios empleados y trabajar para tener un “win-win” de ambas partes. A fin de cuentas los trabajadores son los principales embajadores de una empresa y ésta necesita de un talento cada vez más capacitado.