En su reciente cuenta pública, el presidente Boric destacó el proyecto Cable Humboldt, una colaboración entre el gobierno y Google para desarrollar un cable submarino de fibra óptica que facilitará la conexión entre América del Sur y la región Asia-Pacífico. Este proyecto no solo representa una oportunidad para potenciar la conectividad en el país, sino también para abordar la brecha digital que persiste en distintas comunidades chilenas.
El despliegue de la red 5G es un paso crucial hacia un futuro más conectado y eficiente. Esta tecnología promete velocidades de transmisión de datos sin precedentes, lo que no solo mejorará la experiencia del usuario, sino que también abrirá la puerta a una amplia gama de aplicaciones innovadoras, desde la telemedicina hasta la conducción autónoma. Sin embargo, es fundamental que este avance tecnológico no solo beneficie a las áreas urbanas más desarrolladas, sino que también llegue a las zonas rurales y remotas de Chile.
Es cierto que el proyecto Cable de Humboldt tiene el potencial de convertirse en un símbolo de inclusión digital, pero para lograr este objetivo es necesario abordar las desigualdades existentes en el acceso a la tecnología y a internet de calidad porque a pesar de los avances significativos en materia de conectividad en los últimos años, la brecha digital sigue siendo una realidad en Chile.
La meta de la brecha cero...es admirable pero desafiante
La meta de la brecha cero, anunciada por el gobierno, es un gran reto. Se han implementado diversas iniciativas para cerrar la brecha digital la realidad es que existen comunidades marginadas que carecen de acceso a Internet de alta velocidad y dispositivos tecnológicos adecuados, sobre todo en escuelas rurales y servicios de salud en localidades extremas que a menudo luchan con una conexión deficiente o inexistente.
Entonces, para alcanzar la meta es necesario adoptar un enfoque integral que abarque no solo la infraestructura tecnológica, como mencionó el presidente, sino también la capacitación y alfabetización digital, así como las causas subyacentes de la brecha digital, como la desigualdad socioeconómica, la falta de acceso a educación de calidad y las barreras culturales y lingüísticas. Si bien se mencionan iniciativas de capacitación y subsidios, podría ser necesario un análisis más profundo de estas cuestiones estructurales para garantizar que el plan tenga un impacto significativo a largo plazo.
Es fundamental garantizar que todos los chilenos tengan las habilidades y los recursos necesarios para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la tecnología. El proyecto Cable Submarino de Humboldt y la implementación de la red 5G representan un paso importante hacia un futuro más conectado y próspero, pero para que este futuro sea verdaderamente equitativo y sostenible es imperativo que se aborde de manera más efectiva la brecha digital.