Por Luis Bonilla, Gerente de Desarrollo de Negocios e Ingeniería de Ventas para Latinoamérica de Axis Communications
Actualmente, en diversos países de Latinoamérica, los gobiernos locales están haciendo esfuerzos cada vez mayores e inversiones más grandes en el sector de tecnología e innovación, con el único propósito cumplir con sus obligaciones en materia de transparencia y rendición de cuentas, y así garantizar un Estado de Derecho dentro de sus propias naciones.
La implementación de soluciones tecnológicas a nivel gobierno siempre ha sido un proceso orgánico que ha impulsado a autoridades no solamente para facilitar su trabajo, sino también a mejorar su desempeño, reducir costos e impulsar desde los distintos sectores, el avance tecnológico de su propio país. Día con día y en distintos rubros podemos atestiguar lo anterior, como puede ser el sector Finanzas, Transporte, Salud, Agricultura, Comercio y Seguridad Pública, sólo por mencionar algunos.
Tomemos a la Seguridad Pública, por ejemplo. No hace poco, el gobierno chileno anunció una inversión inicial de 7 mil millones de pesos para la adquisición de las cámaras corporales, que serán de uso obligatorio para los equipos policiales especializados. Además, promulgó una ley que regula los sistemas de registro y almacenamiento audiovisual en actuaciones policiales, respaldando así el uso de tecnología y soluciones en videovigilancia con el fin de ofrecer una seguridad pública de calidad, no sólo en beneficio de sus propios cuerpos judiciales sino también para la protección y garantía de los derechos de la propia ciudadanía.
En este contexto, el desarrollo y la implementación de soluciones tecnológicas en una sociedad son cruciales para el fortalecimiento de sus leyes, su sano funcionamiento y el crecimiento integral de todas sus partes que la componen. En este sentido, la innovación emerge como una aliada y una herramienta que no sólo transforma la seguridad, sino que también consolida los cimientos para la creación de una comunidad más segura y confiable.
Sólo este sector en específico tiene un amplio abanico de posibilidades en el uso de la tecnología. Por ejemplo, en caso de algún desorden público, gracias a este tipo de instrumentos, como lo son las cámaras corporales, puede mejorar la implementación de estándares profesionales en la policía y prevenir escalamientos o la ocurrencia de nuevos delitos. Así como utilizar información recolectada por medio de las cámaras corporales tanto para acciones policiales, entrenamiento y formación. En el caso de persecución penal, contribuir con evidencia y que infractores de ley sean llevados ante la justicia, garantizando siempre la cadena de custodia de la información grabada, la autenticidad de esta y las medidas de ciberseguridad necesarias para salvaguardar y garantizar la evidencia.
Si estas son tan sólo algunas de las soluciones que ofrecen la innovación tecnológica aplicada en la videovigilancia, ¿qué otras posibilidades podrían ofrecer a otros sectores para su crecimiento y consolidación? Esto solamente se podría saber si los gobiernos y las autoridades continúan por el buen camino apostando por soluciones cuyo impacto se vea en lo cotidiano.