Por Leidivino Natal, CEO Stefanini Ciber.
Desde hace años, Chile ha estado en la tarea de fortalecer su marco legal en lo que respecta a la protección de datos personales. Después de un largo proceso legislativo que se remonta al año 2017, finalmente vislumbramos un hito importante en este camino: la promulgación de una nueva ley de protección de datos durante el primer semestre de 2024.
Esta legislación es más que una simple formalidad; representa un paso significativo hacia la protección de los derechos individuales en un mundo cada vez más digitalizado. La nueva ley establece un marco legal sólido que busca no solo cumplir con los estándares internacionales, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea, sino también fortalecer las obligaciones de quienes manejan datos y proporcionar mayores garantías a las personas naturales.
Además, una legislación robusta en materia de protección de datos fomenta la innovación responsable. Al establecer reglas claras y éticas para el manejo de datos, se promueve un entorno donde la innovación puede florecer sin comprometer la privacidad y los derechos individuales. La protección de datos y la innovación no son mutuamente excluyentes; de hecho, una complementa a la otra cuando se implementan de manera equilibrada.
Si bien la Ley de Protección de Datos Personales en Chile representa un avance significativo, es esencial reconocer que el entorno digital está en constante evolución. La inteligencia artificial, el internet de las cosas y la analítica de datos son solo algunos de los desafíos emergentes que requieren una atención continua. Por lo tanto, la adaptabilidad de la ley es crucial para enfrentar estos nuevos desafíos y garantizar que la protección de datos siga siendo efectiva en un mundo en constante cambio.
La IA ofrece soluciones para el análisis de datos, mientras que la ciberseguridad protege la información frente a amenazas. La inteligencia artificial se emplea en ciberseguridad a través de sistemas especializados que utilizan algoritmos avanzados y técnicas de aprendizaje automático. Estos sistemas analizan patrones de comportamiento en redes para detectar anomalías que podrían indicar un posible ataque. Es un enfoque integral que combina la capacidad de procesamiento de datos masivos de la IA con el conocimiento específico de ciberseguridad para fortalecer las defensas contra amenazas digitales.
Las ciber amenazas se han vuelto más numerosas con la transformación digital en la era de la IA y, por lo tanto, es cada vez más urgente implementar recursos para proteger las operaciones. Con incidentes de seguridad que pueden provocar daños reales, como interrupciones de producción, daños físicos y ambientales y violaciones de datos confidenciales, Gartner predice que hasta 2026, el 75% de las empresas excluirán los sistemas no administrados, los sistemas heredados y los sistemas ciber físicos de sus estrategias de confianza cero.
En este contexto, la inteligencia artificial y la ciberseguridad son fundamentales para respaldar la nueva ley de protección de datos en Chile. Esta colaboración entre la tecnología y la regulación garantiza un entorno digital seguro y resiliente, posicionando a Chile como referente en protección de datos y mostrando cómo la tecnología puede beneficiar a todos.