El proyecto Red Circular de la Construcción de Corfo y el Programa Transforma “Construye2025” se adjudicó el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre “Crecimiento Económico” y “Economía Circular”, que busca propuestas para afrontar retos, disminuir barreras y promover el cierre de brechas hacia la circularidad y sostenibilidad en gestión de residuos en la región.
La iniciativa chilena -que fue lanzada este 17 de diciembre- fue la ganadora entre 362 propuestas presentadas en Latinoamérica y el Caribe, en un proceso que fue calificado por el BID como “altamente competitivo”.
La convocatoria tiene por objeto fomentar la construcción sustentable a través del uso eficiente de los recursos, a lo largo de su ciclo de vida, con el fin de mejorar el bienestar de las personas y reducir residuos y emisiones, de modo de propiciar el desarrollo de mercados, modelos de negocios, servicios, productos y materiales relacionados a la economía circular y a la gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD), e impulsar su oferta y demanda.
José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, explicó que:
“[...] hay que ver la circularidad como un mecanismo para la sostenibilidad del sector. Estamos viviendo una crisis mundial vinculada con los temas del cambio climático y sus efectos que, sobre todo en un país como el nuestro, generan a su vez oportunidades y ventanas”.
Benavente añadió que muchos países desarrollados han levantado industrias a partir de esas crisis y han generado oportunidades para proponer ofertas de valor económico, social y medioambiental.
El proyecto, que será ejecutado por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), y tendrá un comité técnico conformado por Corfo, Construye2025, la Cámara Chilena de la Construcción CChC y el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, se implementará en un plazo de 24 meses y tendrá como hitos el mapeo de actores, la conformación de una gobernanza consultiva del programa, el diseño de las consultorías asociadas a Gestión de Oferta y Demanda y el diseño del Plan de Acción Circular para el sector de la construcción.
Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040
De acuerdo con la Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040 del Ministerio de Medio Ambiente, la economía nacional se caracteriza por una lógica lineal, partiendo por la extracción, la producción, hasta llegar a la disposición final de residuos, lo que encierra impactos negativos en materia de competitividad y desempeño medioambiental.
Este modelo limita el crecimiento sostenible de este segmento si se considera que para 2018, la tasa nacional de reciclaje de Residuos Sólidos Municipales (RSM) no superó el 2% en circunstancias de que en la Unión Europea esa cifra llegaba al 46% ya en 2016.
Según la misma Hoja de Ruta, la transición hacia modelos circulares de producción y consumo podría impulsar un desarrollo económico sostenible, sino que además es crucial para crear nuevos empleos y reducir emisiones de gases efecto invernadero.
La representante del Grupo BID en Chile, Florencia Attademo-Hirt, alabó la propuesta chilena y destacó que el país cuente con una hoja de ruta de economía circular.
“[...] cuando vemos un proyecto de las características que presentaron Corfo, la CChC, el GORE, vemos una luz, un ejemplo que, si se implementa, puede ser emulado por otras economías de América Latina y el Caribe. Chile tiene algunas cuestiones de contexto que nos parecen muy interesantes y que están a la vanguardia de esta carrera hacia el rehúso”.
Agregó que uno de los elementos destacados de la presentación de Chile a este fondo BID es el compromiso del sector privado en involucrarse con un proyecto de circularidad que sobrepasa a las administraciones políticas de turno destacando que:
“la hoja de ruta del sector de la construcción en particular tiene hitos y objetivos específicos al 2035. Entonces, en el desarrollo de un país, de una región, esos son objetivos bien cercanos y ambiciosos, lo que nos parece fantástico”.
En Chile, el sector de la construcción ha implementado iniciativas referidas a la implementación de la economía circular y la gestión de residuos de construcción mediante los Acuerdos de Producción Limpia (APLs) en las regiones de Valparaíso, Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, iniciativas en las que ha participado ellos sector público, privado y de la academia.