La creciente penetración de smartphones en el mundo, en gran parte facilitada por el cobre extraído de las minas chilenas, subraya la importancia de este mineral en la infraestructura tecnológica moderna. El cobre no solo es fundamental para la transmisión de datos y electricidad en nuestros dispositivos, sino que también juega un papel crucial en la transición hacia energías limpias y la electromovilidad.
En Chile, país que lidera la producción global de cobre, este metal no solo respalda el 90% de las exportaciones mineras, sino que también es esencial en el funcionamiento diario de nuestros teléfonos inteligentes.
Álvaro Castro, director Sectorial de Tecnología Aplicada de INACAP, destaca la alta conductividad del cobre:
“El proceso de fabricación de los circuitos internos del teléfono inteligente utiliza técnicas avanzadas para la utilización de cobre que permite crear las rutas, que, a su vez, logran la transmisión de datos. En este sentido, las principales cualidades del cobre que logran la vida digital desde el celular son su alto rendimiento en conductividad, durabilidad y resistencia para el uso diario e intensivo, versatilidad y atractivo costo efectivo”.
Además de su rol en la tecnología, el cobre es un elemento clave en el desarrollo de soluciones sostenibles, como lo señala Andreina García del AMTC de la Universidad de Chile:
“[...] El cobre contribuye no solo en la ruta hacia la transición energética, sino también en el progreso de la electromovilidad y la digitalización. Siendo Chile de los principales productores de cobre del mundo, lo ubica no sólo como potencia minera para el desarrollo económico, sino como un país que contribuye y contribuirá a suplir la alta demanda de este tan necesario elemento en esta transición global hacia energías limpias, electromovilidad y digitalización”.
La demanda de cobre seguirá en aumento conforme avancemos hacia una sociedad más conectada y sostenible. Chile, con su liderazgo en la producción de este mineral, está en una posición única para influir positivamente en el futuro tecnológico y ecológico global. Esta posición conlleva grandes oportunidades, pero también desafíos significativos en términos de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
¿Cómo crees que la industria del cobre puede equilibrar su crecimiento con la responsabilidad ambiental?