Lisa Su, directora ejecutiva de Advanced Micro Devices, ha sido reconocida como CEO del Año por la revista Time, destacando su liderazgo transformador durante la última década.
Cuando Su asumió el mando de AMD, las acciones de la empresa cotizaban a aproximadamente 3 dólares, y su presencia en el mercado de chips para centros de datos era insignificante. A través de un rediseño integral de los productos de AMD y una mejora en las relaciones con los clientes, Su aprovechó el auge de la inteligencia artificial (IA), impulsando el valor de la empresa hasta superar al de su rival histórico, Intel, por primera vez en 2022. Desde entonces, las acciones de AMD han escalado hasta alrededor de 140 dólares.
La Harvard Business School también ha comenzado a utilizar la gestión de Su en AMD como caso de estudio, subrayando la importancia de sus logros en la transformación de la empresa de semiconductores. A pesar de estos éxitos, AMD sigue siendo la segunda en la industria de semiconductores, detrás de Nvidia, que se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo bajo el liderazgo del primo de Su, Jensen Huang. Nvidia ha dominado el mercado de GPU para centros de datos de IA, con una cuota del 95% en el tercer trimestre de 2024.
En noviembre, AMD anunció planes para despedir al 4% de su plantilla global como parte de una reestructuración para enfocarse mejor en las oportunidades de la IA. Esto ocurre en un momento en que grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Meta y Amazon están desarrollando sus propios chips de IA especializados, lo que potencialmente podría disminuir su dependencia de los productos de AMD.
A medida que la industria de la IA evoluciona hacia la optimización de chips de inferencia, AMD podría beneficiarse de sus productos competitivos en términos de velocidad y eficiencia energética. Su también está fomentando una alianza informal con empresas como Meta para desafiar el dominio de Nvidia y promover un ecosistema abierto para el desarrollo tecnológico.
A pesar de la tendencia de las principales empresas de IA de diseñar sus propios chips, Su ve esto como una oportunidad, señalando que pocas empresas están dispuestas a igualar la inversión anual de 6.000 millones de dólares de AMD en I+D. Ella visualiza un futuro en el que los gigantes tecnológicos continuarán invirtiendo en los chips de AMD mientras utilizan los suyos para tareas específicas.