Con el aumento de las preocupaciones medioambientales, la industria de la aviación ha intensificado sus esfuerzos para desarrollar tecnologías que minimicen su impacto ambiental. Desde taxis voladores hasta aviones comerciales impulsados por hidrógeno y electricidad, las empresas líderes como Airbus y startups emergentes están avanzando hacia un futuro de vuelos limpios.
La industria de la aviación lleva años explorando opciones sostenibles para reducir su huella de carbono. Actualmente, existen iniciativas para capturar y reutilizar CO2, usar combustibles sostenibles, y recurrir a la energía solar. Sin embargo, uno de los avances más relevantes es el proyecto ZEROe de Airbus, que planea llevar a cabo un vuelo de prueba en 2026 utilizando un A380 propulsado por hidrógeno. Según los expertos, en menos de una década veremos taxis aéreos y drones en áreas urbanas y aeronaves de larga distancia sin emisiones de carbono.
El aumento de la demanda en regiones como Asia, que continúan construyendo aeropuertos y adquiriendo aeronaves, ha resaltado la necesidad de soluciones sostenibles en el transporte aéreo. De acuerdo con estimaciones, de continuar con combustibles fósiles, las emisiones de la aviación podrían aumentar hasta representar un 22% del total de CO2 en los próximos 30 años. Para cambiar esta proyección, fabricantes como Airbus están comprometidos a desarrollar tecnologías limpias que reemplacen los combustibles convencionales, aunque los ecologistas se mantienen cautelosos sobre estos planes.
Varias figuras han liderado la investigación y desarrollo de aeronaves sostenibles. Ivo Boscarol, conocido por su avión de aprendizaje eléctrico Velis, ha demostrado que los vuelos con cero emisiones son posibles y prácticos en formación de pilotos. Otros innovadores, como Klaus Roewe de Lilium, están desarrollando jets eléctricos de despegue vertical para vuelos regionales, prometiendo un cambio en la experiencia de vuelo, con un menor impacto ambiental y menos ruido.
La empresa emergente H2FLY realizó un vuelo exitoso con su avión propulsado por hidrógeno, el HY4, que superó las expectativas de autonomía, alcanzando los 1.500 km. Airbus, por su parte, ha reactivado su modelo A380 para probar la propulsión por hidrógeno y planea, en un futuro cercano, aviones con capacidad para 200 pasajeros y vuelos de alcance medio. El hidrógeno líquido se perfila como una alternativa clave para descarbonizar el sector.
Los taxis aéreos eléctricos están siendo desarrollados por varias empresas y podrían debutar en ciudades como Nueva York y Osaka en los próximos años. Skydrive y otras compañías prevén introducir servicios de transporte aéreo urbano impulsado por baterías para satisfacer la demanda en áreas metropolitanas densamente pobladas. Con iniciativas en curso, la aviación eléctrica y de hidrógeno representa una respuesta innovadora para el transporte aéreo sostenible, con el potencial de revolucionar la manera en que viajamos en las próximas décadas.
¿Consideras que la aviación sostenible cambiará significativamente la manera en que viajamos en el futuro cercano?