Al acercarnos a 2024, nos encontramos en un punto crucial donde la identidad digital y la ciberseguridad corporativa están sufriendo transformaciones profundas y aceleradas. Este cambio está impulsado, en parte, por el aumento notable de ataques cibernéticos sofisticados, muchos de los cuales son facilitados por la inteligencia artificial. En este contexto dinámico, iniciativas como la Política Nacional de Ciberseguridad de Chile marcan un hito importante, estableciendo un marco de acción y prevención a nivel nacional.
En el corazón de esta evolución se encuentra iProov, una entidad que ofrece soluciones de autenticación biométrica facial basadas en la ciencia a gobiernos y empresas de todo el mundo. Esta tecnología, que une de manera innovadora los avances científicos con prácticas de seguridad robustas, está configurando un nuevo paradigma en la forma en que manejamos la autenticación y protección de identidades en el mundo digital.
No solo se espera que estas innovaciones mejoren la seguridad de nuestras interacciones digitales, sino que también prometen revolucionar la manera en que las organizaciones y los individuos interactúan con los sistemas tecnológicos, equilibrando la facilidad de uso con medidas de seguridad cada vez más impenetrables.
Desafíos y soluciones emergentes
- La biometría en la seguridad de servicios financieros: Las instituciones financieras enfrentan una creciente presión para mejorar la seguridad digital ante el aumento del fraude de identidad sintética. La adopción de tecnologías biométricas avanzadas se está convirtiendo en una solución clave para autenticar clientes de manera segura y eficiente.
- Avances en identidad descentralizada en países en desarrollo: Aproximadamente 850 millones de personas carecen de identificación legal a nivel mundial. Los programas de identidad digital, respaldados por inversiones como las del Banco Mundial, están emergiendo como herramientas cruciales para proporcionar acceso a servicios esenciales y prevenir el fraude.
- Prohibición de videollamadas en la verificación de identidad: La verificación de identidad a través de videollamadas ha demostrado ser vulnerable a ataques de IA. En respuesta a estas debilidades, se prevé un cambio hacia métodos de verificación más seguros.
- Autenticación mutua en comunicaciones corporativas: Las empresas están adoptando la autenticación mutua para proteger las comunicaciones y transacciones digitales. Esta medida se alinea con los requisitos de cumplimiento normativo y ofrece una capa adicional de seguridad.
- Incremento de filtraciones de datos corporativos debido a IA: Los ataques de phishing impulsados por IA están evolucionando, lo que lleva a un aumento significativo en las filtraciones de datos. Las organizaciones necesitan buscar métodos más fiables para autenticar usuarios y protegerse contra estos ataques.
- Reducción de costos en kits de síntesis de voz y video: El costo de los recursos para ataques cibernéticos está disminuyendo, lo que facilita a los delincuentes lanzar ataques avanzados, aumentando el riesgo de daños significativos.
- Desinformación política y requerimientos de autoría legal en IA: El uso de deepfakes en la política está promoviendo la necesidad de mecanismos que verifiquen la autenticidad del contenido digital, para contrarrestar la desinformación.
- 8. Fraude de CEO por videollamada de IA: El fraude del CEO, un riesgo creciente para las empresas, se ve exacerbado por el uso de deepfakes en plataformas como Zoom, planteando desafíos sin precedentes en la detección y prevención de fraudes.
A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más digitalizado, es crucial que continuemos adaptándonos y evolucionando para enfrentar estos desafíos, protegiendo así la integridad de nuestras identidades y la seguridad de nuestras infraestructuras digitales.
¿Cómo crees que las nuevas tecnologías biométricas y las políticas de ciberseguridad influirán en la seguridad corporativa en los próximos años?