Intel Corporation y la administración Biden-Harris anunciaron que el Departamento de Comercio de EE. UU. e Intel han llegado a un acuerdo sobre los términos para otorgar a la empresa hasta $7.860 millones de dólares en financiamiento directo para sus proyectos de fabricación comercial de semiconductores bajo la Ley CHIPS y Ciencia de EE. UU.
El financiamiento apoyará los planes previamente anunciados por Intel para avanzar en proyectos críticos de fabricación de semiconductores y empaquetado avanzado en sus instalaciones en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón. Intel también planea solicitar el Crédito Fiscal por Inversión del Departamento del Tesoro de EE. UU., que se espera sea de hasta el 25% de las inversiones calificadas que superen los $100 mil millones de dólares.
Pat Gelsinger, CEO de Intel dijo que con Intel 3 ya en producción a gran escala y con Intel 18A programado para seguir el próximo año, los semiconductores de vanguardia se están fabricando nuevamente en suelo estadounidense y agregó que:
"[...] un fuerte apoyo bipartidista para restaurar el liderazgo tecnológico y de fabricación en Estados Unidos está impulsando inversiones históricas que son fundamentales para el crecimiento económico a largo plazo del país y la seguridad nacional. Intel está profundamente comprometido con el avance de estas prioridades compartidas mientras expandimos nuestras operaciones en EE. UU. en los próximos años."
El anuncio demuestra la confianza del gobierno de Estados Unidos en el papel esencial de Intel para construir una cadena de suministro de semiconductores resiliente y confiable en suelo estadounidense. Desde la aprobación de la Ley CHIPS y Ciencia hace más de dos años, Intel ha anunciado planes para invertir más de $100.000 millones de dólares en EE. UU. para expandir la capacidad de fabricación de chips y empaquetado avanzado, elementos críticos para la seguridad económica y nacional.
Las inversiones históricas respaldarán decenas de miles de empleos, fortalecerán las cadenas de suministro de EE. UU., fomentarán la investigación y el desarrollo en EE. UU. y ayudarán a asegurar el liderazgo estadounidense en la fabricación de semiconductores de vanguardia y capacidades tecnológicas.