En un entorno empresarial en constante evolución, la eficiencia y la adaptabilidad son cruciales para el éxito. Las organizaciones están llamadas a reinventarse, buscando no sólo satisfacer las necesidades de sus clientes y usuarios, sino también diferenciarse para destacar en un mercado cada vez más competitivo.
La clave para lograrlo es la innovación, comprender el entorno, adaptarse al cambio y modernizarse, utilizando la tecnología como un aliado para el crecimiento.
La innovación es sin duda crucial para todas las organizaciones. De acuerdo con la Investigación del Catalizador de Innovación de Dell Technologies, el 60% de las compañías encuestadas en América Latina asegura que hoy en día ella es parte de su estrategia empresarial, aportándoles múltiples beneficios. Por su parte, el 30% cree que una estrategia basada en innovación les aportará más beneficios a futuro.
Saber dónde centrar las tareas de innovación es fundamental y existen opiniones muy variadas respecto a esto. Por una parte, los responsables de la toma de decisiones empresariales se centran en utilizarla para generar eficiencia, ahorro de costos y aumentar los ingresos; por otra parte, los responsables de la toma de decisiones de TI miran hacia delante y se centran en preparar la organización para el futuro, así como en utilizar la Inteligencia Artificial y la Inteligencia Artificial Generativa para transformar la organización.
Aunque en cierta medida hay conciencia sobre la necesidad de innovar, todavía queda camino por recorrer, ya que el 95% de los encuestados admite que sus organizaciones se enfrentan a desafíos que les impiden fomentar la innovación con éxito. Por ejemplo, el 29% menciona desafíos asociados a la falta de talento y competencias profesionales, y por otra parte el 24% asegura que no hay una clara cultura de adaptabilidad al cambio.
Lo anterior demuestra que es imprescindible invertir en nuestro equipo. Como líderes debemos impulsar la capacitación continua para tener a nuestro lado profesionales cada vez mejor preparados para enfrentar los retos profesionales en el futuro. Una combinación correcta de personas, procesos y tecnología es la base para impulsar una cultura de innovación robusta que además integre la innovación al ADN de la organización.
La innovación, impulsada por la colaboración, la capacitación y la tecnología adecuada, es el camino correcto para convertir ideas en realidades. Estoy convencido de que cada idea tiene el potencial de convertirse en una innovación significativa y, por ende, impulsar a las organizaciones hacia el crecimiento, la eficiencia y la productividad a niveles nunca vistos.