Por Ignacia Güell, consultora de analítica y gestión de datos de SAS.
Si hay una industria que impacta fuertemente en la economía del país es la minera, la cual ha sumado sus procesos a una transformación digital sin precedentes en los últimos años. Al igual que otros, evolucionar el negocio junto a las diversas tecnologías le ha permitido a este sector procesar altos niveles de información y tomar mejores decisiones basadas en datos en un corto periodo de tiempo.
Sin ir más lejos, según el Índice de Transformación Digital (ITD) de 2022 reveló que los proveedores mineros alcanzaron el mayor nivel de transformación digital en Chile con 13 puntos por sobre la media nacional de otras industrias. Además, en cuanto a tecnologías de soporte, el uso de la nube subió de un 75% en 2021 a un 94% en 2022, mientras que las tecnologías móviles subieron su uso de un 46% a un 80% y las de ciberseguridad a un 57%.
Esta evolución nace de la necesidad de integrar los datos y tomarlos a nuestro favor porque ya no existen las capacidades de cómputo manuales para procesar los altos niveles de información que maneja el rubro. Y no solo eso, la tecnología viene a solucionar diversos aspectos en sus procesos.
La analítica, por ejemplo, es fundamental, ya que comprende el ciclo completo desde que se adquieren los datos, para luego orquestarlos y poner en producción diferentes modelos de negocio con el fin de tomar decisiones en tiempo real.
Si bien la innovación marca la pauta en sociedades, instituciones e industrias de todo el mundo, en ocasiones las mineras no cuentan con la información necesaria para definir los resultados obtenidos.
Este sector es uno de los más herméticos y técnicos sobre todo para Chile por su alto aporte al PIB. Sin embargo, al momento de implementar tecnologías, se debe optar por aquellas que están validadas en el mercado y cuentan con casos de uso y éxito.
Es por ello que la inteligencia artificial (IA) predomina como una tecnología certera para resolver procesos y anticiparse a hechos futuros. Desde la prevención de riesgos, la predicción de las materias primas, la optimización de procesos de recuperación de minerales, hasta la automatización de los procesos manuales de planificación.
Hoy hay un fuerte interés de las mineras en la prevención de riesgos, ya que además del uso de información numérica y de sensores, se obtienen los riesgos cualitativos y cuantitativos en base a las vivencias de los trabajadores en distintas zonas, con los cuales se realiza analítica de texto y se enfocan los recursos en lugares específicos.
Al mismo tiempo, la tecnología permite realizar estudios de comportamiento y generar alertas en tiempo real, como también para planificar la producción automatizadamente y generar resúmenes de información para la toma de decisiones en zonas productivas.
Desafíos y oportunidades
Frente a un sector que genera un alto impacto con cada una de sus acciones, es vital optimizar gran parte de los procesos. Para ello, la tecnología catapulta una industria más segura, constante y 100% respetada en términos no solo físicos, sino también de conservación hídrica y ambiental.
Entre las principales actividades de la minería está la extracción y producción, procesos en los cuales se utiliza mucha agua, sin embargo, con el uso de analítica pueden ser más precisos y ahorrar grandes cantidades, además de predecir las materias primas y zonas con mayores minerales para no contaminar innecesariamente con explosivos.
Asimismo, la tecnología permite planificar las actividades y en algunos casos evitarlas según el clima. En ese sentido, además, ofrece un panorama completo al identificar los resultados tanto positivos como negativos de las acciones realizadas.
La clave del éxito, es cómo la industria se adapta a la tecnología para acercar la toma de decisiones a procesos más automatizados y responsables con los resultados que se generan. Y al tener un impacto tan grande, tiene la libertad de incursionar en tecnologías modernas para solucionar sus sistemas.
Todavía queda un gran camino por recorrer, ya que al ser un sector tan potente, cualquier cambio que uno haga, por más mínimo que sea, la repercusión económica es muy alta. En ese sentido, existe una gran ventaja para trabajar con tecnologías como la IA, porque los resultados son visibles a muy corto plazo.
De cara al futuro, las minas funcionarán cada vez con más información, entendiendo los resultados y actuando de manera predictiva. Los cambios al implementar analítica son notorios y con resultados que no solo influyen en el bolsillo de la industria, sino también en los riesgos, optimización y calidad de vida de los trabajadores y personas que viven en el sector.