Por Rafael A. Burgos, RVP para la región Andina, Caribe y Centroamérica de SoftwareOne.
Desde la llegada de la inteligencia artificial (IA), hemos sido bombardeados con información que presenta una falsa dualidad entre el hombre y la máquina. La narrativa común sugiere una competencia inevitable entre ambos. Sin embargo, la realidad es mucho más prometedora: el verdadero potencial de la IA se revela cuando hombres y máquinas trabajan juntos. El informe Cloud Skills Report de SoftwareOne, recalca esta perspectiva.
Dentro de los hallazgos detectados en el estudio, se destaca la urgente necesidad de cerrar la brecha de habilidades en TI mediante una estrecha colaboración entre trabajadores humanos y tecnologías emergentes. Esta sinergia es crucial para enfrentar la creciente falta de habilidades en IA y la nube, y para aliviar las preocupaciones que estas tecnologías suscitan.
En Chile, al igual que en el resto del mundo, las empresas enfrentan desafíos similares. Según el informe, casi dos tercios de las organizaciones globales (62%) no cuentan con las habilidades necesarias para aprovechar la IA, y un 41% lucha por encontrar empleados capacitados en este campo. Este déficit de habilidades se traduce en una mayor carga de trabajo para los equipos de TI, con un 62% de los encuestados reportando un incremento en sus responsabilidades laborales. Este aumento de carga laboral ha llevado a consecuencias significativas, como el agotamiento y altas tasas de rotación. Además, un preocupante 23% de los gerentes de TI a nivel mundial está considerando renunciar debido a esta brecha de habilidades, y por otro lado, un 84% de las empresas perciben los problemas de retención de personal en TI como un desafío importante.
Frente a estos desafíos, sugiero una solución clara: invertir en servicios gestionados en la nube. Una abrumadora mayoría de los encuestados (93%) considera esta inversión una prioridad, y un 94% cree que aumentaría la productividad del equipo. Además, un 95% anticipa que la adopción de servicios gestionados en la nube resultaría en mayor agilidad y flexibilidad para los empleados, permitiendo a los equipos centrarse en la innovación.
Por otro lado, advierto que los rápidos avances en IA y la nube representan tanto una oportunidad como un desafío. Las conclusiones que arroja el estudio muestran que no se trata de hombre vs máquina, sino de hombre y máquina, lo cual es crítico para abrir un mundo de oportunidades impulsado por la tecnología. Las organizaciones necesitan abordar los factores humanos, no solo los tecnológicos, si desean acelerar la adopción de IA y mejorar los resultados comerciales y las experiencias de los empleados.
En este contexto, las empresas chilenas deben poner a las personas en el centro de su estrategia de transformación digital. Mostrar cómo las innovaciones tecnológicas pueden mejorar los roles de los empleados, en lugar de ser percibidas como una amenaza, es fundamental para cultivar una cultura de empoderamiento y optimismo. Esto no solo ayudará a aumentar la retención y productividad, sino que también hará que el trabajo sea más significativo.
En definitiva, la clave para el éxito en la era digital no reside solo en la adopción de nuevas tecnologías, sino en cómo estas se integran con el capital humano. Las empresas chilenas que logren esta simbiosis serán las que lideren el camino hacia un futuro más innovador y competitivo.