Enterarse de que un conocido fue víctima de un hackeo o malware puede generar preocupación, y no sin razón. Según el equipo de investigación de ESET Latinoamérica, cuando alguien cercano es atacado, sus contactos también podrían estar en riesgo, ya que los cibercriminales suelen aprovechar los lazos de confianza para propagar amenazas.

Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, advierte que:
“Cuando una persona cercana es víctima de una estafa o de una infección con malware, sus contactos pueden ser más propensos a recibir un ataque. Por eso, en estas situaciones, es importante conocer a qué riesgos podría exponerte”.
Entre los métodos más comunes se encuentran la suplantación de identidad mediante cuentas comprometidas de WhatsApp o redes sociales, y la difusión de enlaces maliciosos desde dispositivos infectados. Incluso si en el pasado se compartieron contraseñas, dispositivos o redes con la víctima, los datos personales pueden haber quedado expuestos.
Además, el acceso a historiales de conversación permite a los atacantes lanzar fraudes personalizados o intentos de extorsión, usando información sensible como el lugar de trabajo o datos familiares.

Para reducir los riesgos, ESET recomienda tomar medidas inmediatas:
- Actualizar contraseñas de cualquier servicio compartido o dispositivo donde se haya iniciado sesión desde la cuenta de la persona hackeada. Usar contraseñas únicas y robustas.
- Habilitar la autenticación en dos pasos (2FA) en todas las cuentas disponibles para añadir una capa de seguridad extra.
- Alertar a familiares y amigos sobre lo ocurrido, para que estén atentos a posibles fraudes y tomen precauciones similares.
En definitiva, si alguien cercano fue víctima de un ciberataque, es fundamental mantenerse alerta y aplicar buenas prácticas de seguridad digital. Una respuesta rápida puede marcar la diferencia para evitar consecuencias más graves.
