En el contexto actual de amenazas digitales, Experian enfatiza el valor del intercambio de experiencias personales como una estrategia esencial para prevenir el fraude. Este enfoque busca construir redes de información y educar a personas y organizaciones sobre cómo anticiparse a riesgos emergentes.
Francisco Carrasco M.
Datos recientes de Experian revelan que un 57 % de las personas ha percibido un aumento en los intentos de fraude, y el 83 % está dispuesto a compartir sus experiencias tras haber sido víctima de un incidente. Esta tendencia destaca cómo el conocimiento colectivo puede convertirse en una herramienta clave para la detección temprana de amenazas y la prevención de nuevos casos.
En Chile, modalidades como el phishing y el hackeo de cuentas bancarias han ganado notoriedad, especialmente en épocas de alta actividad comercial, como ofertas especiales y periodos de bonos. La colaboración entre individuos y organizaciones es crucial para fortalecer la seguridad digital.
Paola Bustos, gerente comercial de Experian, subraya:
“Las técnicas de fraude y robo de identidad son cada vez más sofisticadas y cambiantes. Por eso, compartir historias, datos y experiencias ayuda a cerrar brechas, concientizar sobre la frecuencia de estos casos y anticipar posibles estafas. El acceso a información actualizada y el conocimiento de modalidades permite una detección temprana de riesgos y empodera tanto a personas como a organizaciones para actuar de manera proactiva y responsable”.
Francisco Carrasco M.
El intercambio de información no solo fortalece la prevención, sino que también promueve una cultura de colaboración y aprendizaje mutuo. Las reuniones familiares y sociales pueden ser espacios clave para abordar estos temas y generar mayor conciencia. Superar el miedo o la vergüenza al compartir experiencias de fraude permite a más personas identificar patrones y evitar caer en las mismas trampas.
Enfrentar los desafíos de seguridad digital requiere un esfuerzo colectivo donde el intercambio de conocimientos sea un pilar fundamental. La prevención proactiva y el aprendizaje de las experiencias de otros son herramientas que fortalecen tanto a individuos como a organizaciones frente a las crecientes amenazas del fraude.
¿Crees que compartir experiencias personales puede cambiar la manera en que enfrentamos los riesgos digitales?
