Por Eugenio Luc, Gerente de Cloud & Systems hardware IBM Chile
La transformación digital está más presente que nunca en el sector financiero, ya que el incremento en soluciones financieras digitales también se ha acelerado en nuestra región. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el número de usuarios de pagos digitales en América Latina ha superado los 300 millones de dólares, además el volumen de este tipo de transacciones se incrementó de 89 mil millones de dólares a 215 mil millones en 2021.
El sector financiero reúne una serie de características que lo vuelven altamente sensible a implementar la infraestructura tecnológica más innovadora. Por un lado, sus operaciones conllevan una complejidad muy significativa y por el otro, su interfaz hacia el usuario debe de ser sencilla, intuitiva y segura.
Asimismo, las operaciones de un banco, o de una Fintech, implican el manejo y administración de una gran cantidad de datos sensibles, sin dejar de mencionar el manejo de los recursos de las personas y las organizaciones.
De esta manera, se revelan diversas necesidades tecnológicas simultáneas: el procesamiento de la información y las transacciones, el almacenamiento y resguardo de los datos, y la implementación de una infraestructura que asegure la continuidad de las operaciones.
La nube híbrida: una solución multifactorial
Cuando una empresa u organización utiliza una combinación de nube privada, nube pública y entornos tradicionales, ya sea de forma local o externa se considera que está aplicando una estrategia de nube híbrida. Esta estrategia tecnológica permite a las empresas gestionar sus datos y cargas de trabajo críticas de manera eficiente, de acuerdo con sus necesidades de negocio.
A su vez, la nube híbrida permite a las empresas embeber las soluciones y aplicaciones de tecnologías transformadoras —como la inteligencia artificial— que necesita para operar de manera óptima.
La implementación de esta estrategia en el sector financiero tiene otros beneficios específicos enfocados en las prioridades que los líderes de la industria deben atender:
- Facilita el cumplimiento: el sector financiero se encuentra entre las industrias altamente reguladas, brindándole la oportunidad de transformar los requisitos regulatorios en una ventaja competitiva. Los controles en la nube híbrida permiten que las organizaciones puedan comprobar sus diversos mecanismos de cumplimiento, tanto al interior de la organización, como de cara a las instituciones de regulatorias.
- Impulsa la innovación: en un contexto de innovación acelerada, las organizaciones financieras necesitan ambientes de nube que les permitan escalar sus operaciones de manera ágil y veloz, en dondequiera que se encuentren. Los ambientes de nube híbrida permiten esto, pues flexibilizan la modernización de las cargas de trabajo, además de que permiten a las organizaciones trabajar con la estructura de nube pública, privada o multi nube que mejor se adecúe a sus necesidades.
- Permite la protección de datos bajo la mirada de “confianza cero”: dado que los datos pueden ser blanco tanto de amenazas externas como internas, una de las ventajas de la nube híbrida es que les permite a las organizaciones controlar mejor las demandas de privacidad únicas de cada conjunto de datos, en otras palabras, para los datos más confidenciales, pueden adicionar unos controles de acceso más altos o exigentes.
Actualmente, estamos experimentando uno de los procesos de modernización más relevantes para el sector financiero. La integración de la infraestructura tecnológica que permitirá que esta tendencia siga presente en nuestra región es importantísima, no sólo por lo que significa para la transformación digital de las organizaciones, sino porque este impacto también se traduce en la posibilidad de extender más y mejores soluciones financieras a los usuarios finales en Latinoamérica.