Por Esteban Rodríguez, General Markets Latam Industry Head y Country Manager de Baufest en Chile.
La transición energética se ha vuelto un aspecto crucial para combatir el cambio climático y garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones, ya que, al reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, podemos disminuir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos negativos sobre el medio ambiente.
Sin embargo, para avanzar en esta transición se requiere de la innovación tecnológica, que hoy permite optimizar procesos productivos y mejorar su eficiencia eléctrica. Por ejemplo, con la implementación de sistemas inteligentes se puede monitorizar el consumo en tiempo real y tomar medidas preventivas para hacer un uso eficiente de los recursos.
Si bien se prevén importantes avances en este sector como triplicar para el 2026 los sistemas de almacenamiento de energía en la Unión Europea y duplicar el uso de paneles solares en Estados Unidos para 2030, las empresas de energía se enfrentan a diversos desafíos como la incertidumbre económica y la falta de mano de obra calificada. En términos reales, la transición energética podría eliminar 6 millones de puestos de trabajo para el 2050, pero crear 11 millones de nuevos empleos, de acuerdo con datos de IDC recientemente revelados en la segunda edición del Baufest Digital Utilities Summit.
Por su parte, las empresas de servicios públicos, o Utilities, deben continuar invirtiendo para tener mayor visibilidad de sus activos, monitorear las capacidades y mejorar la interacción con sensores, comunicaciones y computadoras que son parte de la red energética, es decir se necesita una relación más nativa con el Internet de las Cosas para así potenciar su servicio. Sin estas tecnologías no será posible llegar a una verdadera transición y, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional Energética, las Utilities a nivel global ya son conscientes de ello al haber invertido más del 50% de sus presupuestos en tecnologías e infraestructura.
Precisamente, gracias a la implementación de herramientas tecnológicas se están generando cambios importantes en este sector, donde antes la energía se generaba fuera de las áreas de consumo, se transportaba y era llevada a cada casa. Ahora la nueva tecnología permite que el usuario pueda ser su propio generador, tener movilidad eléctrica e incluso poder vender de la energía excedente generada por ellos (concepto de Prosumidor).
Estos avances, a los que se suma el uso del Big Data e Inteligencia Artificial (IA) para procesar y manejar grandes cantidades de datos, deben ser solo el principio de una verdadera transformación del modelo de negocio, los mercados y las compañías del sector.
Además, no podemos negar que la tecnología está dando mayor poder de decisión a los consumidores y desafiando a la industria de las Utilities, por ello este es el momento de usar la innovación a nuestro favor y construir un mundo realmente sostenible.