Por Esteban Mercado, Consultor de Mercado Cloud Entel Empresas.
En contexto de la pandemia, uno de los conceptos que más destacó fue la Transformación Digital, en donde, aceleradamente y no por voluntad propia, el mundo debió empezar a utilizar tecnologías para poder adaptarse al contexto mundial, siendo un escenario complejo para las empresas que no pudieron adaptarse y un escenario muy ventajoso para las que lo hicieron rápidamente. Ahora, empezamos de nuevo.
Quién iba a pensar hace dos años, que al dar la siguiente directriz a un Chat online: “Escríbeme una columna de 3.000 caracteres de cómo la inteligencia artificial afectará al mundo de las PYMES en Chile”, me entregaría como resultado un texto detallado, con todos los impactos que tendrá la IA en las pequeñas y medianas empresas, pareciendo escrito por un experto en Transformación de las empresas. Resulta que no es un experto en transformación de las empresas quien responde, son muchos expertos de muchas partes del mundo, de muchos idiomas diferentes, de distintas áreas, los que a través de una tecnología revolucionaria entregan una respuesta muy acertada a diferentes solicitudes del área que se necesite.
Ahora, ¿Cómo afecta esto a las PYMES de nuestro país?
Al igual cómo lo fue el concepto de Transformación Digital, en donde las empresas que tomaban esta transformación como una parte esencial de su negocio lograban tener ventajas competitivas por sobre otras, esta revolución de la inteligencia artificial viene a tomar el mismo papel.
Por mi parte, sigo creyendo que no es la tecnología lo que viene a revolucionarlo todo, si no cómo las personas adoptan estas tecnologías y las hacen parte de su día a día. Las herramientas digitales que apalancaban la Transformación Digital sin duda que podían ayudar a la mayoría de las PYMES de nuestro país, pero no todas las adoptaron, dado que no siempre existe una cultura alrededor de las personas de la organización que permitiera sacarles el provecho, o existían problemas de resistencia al cambio o, sencillamente, no había una planificación claro de transformación inherente del negocio.
Para algunas empresas, empezar a adoptar herramientas de inteligencia artificial puede ser riesgoso, dado que mucho del trabajo que hacen las personas que las conforman puede ser reemplazado por tecnología, pero distintos estudios, como el Microsoft Work Trend Index muestran que esto no es así. El uso de la IA abre nuevos mundos, nuevos mercados por explorar, nuevas formas de hacer las cosas que las personas aprendan, potencien su productividad y ejecuten e impulsen esta transición, serán indispensables para el futuro de manera sostenible para el devenir de las empresas en el largo plazo.
En esta época, nadie puede quedarse atrás en la innovación, el llamado para todas las empresas es a impulsar la adopción de estas tecnologías y estar constantemente cuestionando si lo que se está haciendo diariamente está agregando valor o está quitando tiempo y puede ser automatizado de alguna u otra manera. Dediquemos tiempo a lo que realmente es importante, generando un valor agregado diferencial a lo que como empresa estoy ofreciendo y eliminemos todas las tareas repetitivas que las herramientas tecnológicas pueden realizar, para poder concentrar los esfuerzos en el núcleo del negocio.
En resumen, las empresas deben adaptarse a la nueva revolución de la inteligencia artificial y son las personas que trabajan dentro de estas empresas las que son las más relevantes a la hora de obtener ventajas de estas herramientas. La tecnología va a seguir avanzando, en cinco años más quizás ya no será la revolución de la IA, será otro concepto que vendrá a irrumpir nuestra manera de desarrollar nuestros negocios, y serán, nuevamente, las personas las responsables de adoptarlas, y así, sucesivamente, generando un ciclo virtuoso entre tecnología, procesos y personas.
Finalmente, aclaro que esto no fue generado por IA, pudo haberme tomado 5 minutos realizando una pregunta a Chat GPT, pero no fue así.