Por Dr. Enrique Suárez, Decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral de Chile.
En 1997 se promulgó la primera norma ambiental en Chile en el marco de la Ley de Bases del Medio Ambiente. Se trata de la norma que fijó los límites del ruido generado por fuentes fijas (industrias, talleres, actividades de construcción, discotecas, etc.), cuya segunda revisión se aprobó recientemente en el Consejo de Ministros el 13 de marzo pasado, y pronto será publicada como nueva norma.
El 50% de denuncias que recibe la Superintendencia de Medio Ambiente son por ruidos molestos, y la mayor cantidad de fuentes denunciadas son, justamente, las fuentes fijas. Así, se trata de la norma de ruido más importante en el país, que no solo se aplica a las fuentes de ruido que ya están funcionando, sino que también se aplica a los proyectos que se evalúan ambientalmente. Por esta razón, la nueva norma incorporará medidas preventivas para las fuentes de ruido más denunciadas (faenas constructivas y actividades de esparcimiento nocturno), e incluir colaboraciones de fiscalización con las municipalidades.
La nueva norma mejora la definición de las zonas de límites de ruido según su uso de suelo, y los límites aplicables en zona rural. Además, actualiza el procedimiento de medición con muestras de ruido de mayor duración (15 minutos), incluye nuevas correcciones por ruido impulsivo y un procedimiento de evaluación específico para parques eólicos.
Otra norma en elaboración es la norma primaria de calidad de ruido ambiental, que va a establecer límites para el ruido generado por el conjunto de fuentes de ruido funciona a la vez, como en una ciudad, y tal como las normas de calidad ambiental para el aire o el agua vigentes, permitirá tener planes de prevención y descontaminación con medidas de cuidado ambiental que hoy no se pueden realizar. En especial, proteger del ruido en las cercanías de las grandes vías de tránsito vehicular, como calles y autopistas.
Chile está a la vanguardia en Latinoamérica en la legislación y protección contra los efectos negativos en la salud del ruido ambiental, fruto de un permanente trabajo en estudios de diagnóstico por mapas de ruido, redes de monitoreo acústico, y el desarrollo tecnológico en instrumentación e inteligencia artificial aplicadas al monitoreo del ruido ambiental.
Columna publicada originalmente en el sitio del Diario de la Universidad Austral de Chile.