Por Andrea Valenzuela, Gerente General de Mobilink, Motorola Solutions.
La industria del transporte de carga es fundamental para la cadena de suministro y del funcionamiento diario de nuestro país. Para muchos significa el simple movimiento de un punto a otro; para los que trabajan a diario en este sector supone la elaboración de un complejo plan que no interrumpa la cadena logística de entrega.
El problema está en que cada kilómetro de distancia sumado significa un riesgo para la función vital de la empresa: Llegar a destino con la carga intacta. Los sondeos más recientes señalan que los delitos relacionados con robos de mercancía en carreteras aumentaron en un 27% en Chile en 2022, según la Asociación Logística de Chile (ALOG). Para fines de 2024, se estima que el tamaño de esta industria sea de 8,68 mil millones de dólares en nuestro país y se espera que alcance 10,79 millones de dólares para 2029, según un estudio de la consultora internacional Mordor Intelligence Research & Advisory.
Con este panorama en el horizonte, considerando las proyecciones que advierten un notable crecimiento del mercado de carga para los próximos años, cabe preguntarse cuán preparado está nuestro país para el auge de dicho sector, de manera de mitigar la vulnerabilidad de la cadena logística. Para llegar a una respuesta, resulta clave enfocarnos en una premisa: La seguridad.
A medida que aumenta la demanda de entregas, la seguridad se convierte en un aspecto crucial, lo que requiere la identificación, evaluación y gestión de los riesgos asociados con proveedores externos, vendedores, transportistas, operadores y el movimiento de mercancías. Coordinar las operaciones de transporte y logística implica, en primer lugar, establecer medidas de protección física, como el resguardo de las cargas y las instalaciones, además de implementar estrategias de ciberseguridad para proteger datos y activos intangibles.
Para ilustrar qué soluciones tecnológicas pueden agregar valor en la protección de la carga y la operación misma, consideremos el siguiente caso hipotético en donde los radios digitales y la solución de banda ancha PTT (Push To Talk) llamada WAVE PTX, que permite comunicaciones seguras entre múltiples dispositivos, tienen mucho que aportar.
Un vehículo de transporte de valores se dirige desde un banco de Santiago a otra sucursal en Rancagua, lo que supone un recorrido de 90 km, una hora y media aproximadamente. El conductor de la empresa de seguridad cuenta con un radio de comunicación a través del cuál está en contacto con su equipo en la central y en otros puntos de la ciudad. El guardia de seguridad encargado de recibir la carga se percata que el vehículo no llega en el tiempo estimado y nota, además, que no ha recibido la notificación de geolocalización que suele recibir en su radio.
El supervisor preocupado realiza una llamada grupal a través de la aplicación WAVE PTX para hablar con todas las partes y entender las razones del retraso. El operador en el centro de despacho recibe la llamada a través de su consola instalada en su computador y verifica en ella la ubicación del camión, confirmando que está detenido en la carretera rumbo al banco.
El operador contacta al conductor, desde su consola, quien recibe la llamada en el radio móvil TLK150 instalado en el vehículo, utilizando el botón PTT en el piso para evitar distracciones. El conductor le informa que el retraso se debe a un choque en la ruta 5 Sur, pero que ya está disminuyendo la congestión y estima que llegará al banco en unos 20 minutos. Tal como lo indicó, el conductor llegó en el tiempo estimado. Además de él, en el camión de valores viajan un escolta con un radio portátil TLK100 y un jefe de tripulación con un smartphone equipado con WAVE PTX. Este último recibe desde la consola de despacho un código "encriptado", que presenta al encargado del banco al llegar para proceder con el retiro de las bolsas de dinero. De esta manera, todo el trayecto, a pesar de los inconvenientes, se desarrolló con completa normalidad.
Historias como estas suceden a diario en Chile y los imprevistos siempre pueden ocurrir. Es menester, entonces, que las empresas pongan el foco de atención, considerando el panorama que se viene, en lo fundamental: avanzar en materia de innovación tecnológica para asegurar una industria que promete crecer cada vez más con el pasar de los años.