Los centros de datos, pilares del desarrollo económico y tecnológico, albergan una impresionante cantidad de servidores y dispositivos electrónicos destinados a procesar y distribuir datos a nivel global. No obstante, este aumento en su uso conlleva una creciente demanda de energía eléctrica.
Prioridad global: la reducción del consumo energético
La Encuesta de Tendencias de Capacidad, realizada por el Uptime Institute en 2022, revela que la reducción del consumo energético se está convirtiendo en una prioridad. Los proveedores de centros de datos han comenzado a implementar políticas más responsables en relación con el consumo energético. Estrategias como el monitoreo de cargas, la identificación de puntos críticos y la aplicación de medidas correctivas están siendo adoptadas para mejorar la eficiencia energética.
El informe del Uptime Institute, arrojó que el consumo energético de los servidores ha experimentado un marcado ascenso. Los datos muestran que, en 2017, el consumo apenas superaba los 300 vatios, mientras que para 2022, esta cifra se aproximaba a los 800 vatios. Esto subraya la imperiosa necesidad de adoptar tecnologías más eficientes y sostenibles, tales como el enfriamiento líquido, la virtualización de servidores y el uso de fuentes de energía renovable, con el propósito de reducir el consumo de electricidad y minimizar el impacto ambiental.
Desafíos en Latinoamérica
Según el Centro de Eficiencia Energética de Copenhague, para 2030, las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) representarán más del 20 % de la demanda eléctrica mundial. El elevado consumo energético de estas infraestructuras y su proyectado crecimiento en los próximos años hacen evidente la necesidad de reducir el desperdicio energético en los centros de datos.
Un informe de Arizton pronostica un crecimiento anual compuesto (CAGR) superior al 6 % en el mercado de centros de datos latinoamericanos entre 2022 y 2027, alcanzando los $1000 millones en 2027. En este contexto, la sostenibilidad se convierte en un enfoque crucial para los desarrolladores de centros de misión crítica, quienes se enfrentan al desafío de mejorar la huella de carbono y los informes de sostenibilidad, así como de reducir el consumo y los costos energéticos.
McKinsey identificó cuatro maneras para reducir el consumo de electricidad en los centros de datos:
- Aprovechar la inteligencia artificial para detectar el equipo que está en uso y apagarlo automáticamente sin necesidad de intervención humana.
- Aprovechar el IoT para leer el consumo de electricidad con exactitud e identificar los patrones con el paso del tiempo.
- Llevar a cabo transformaciones estructurales y arquitectónicas para reducir los sistemas de red de acceso por radio (RAN) basados en la nube.
- Finalmente, buscar fuentes de energía renovable.
Una alianza para la sostenibilidad
En un esfuerzo por abordar estos desafíos, Ingenium, en asociación con Vertiv, busca combinar tecnologías y conocimientos para ofrecer soluciones integrales de sostenibilidad y eficiencia energética en los centros de datos de la región. Estos centros albergan una variedad de equipos, como procesadores de datos, sistemas de seguridad, infraestructura de red, gestión y almacenamiento de datos. A medida que estos equipos envejecen, su consumo energético aumenta, lo que da como resultado costos más elevados.
Para evaluar el consumo energético de su sistema de respaldo con CD, puede utilizar la calculadora de ahorros energéticos G4 de Vertiv. Esta herramienta le permitirá visualizar cuánta energía podría ahorrar mediante una actualización de su infraestructura eléctrica de CD existente con los rectificadores de 3500 vatios y un 98 % de eficiencia de Vertiv.
Tendencia al alza: Centros de Datos Modulares
Una tendencia en crecimiento en la industria de las TIC es la adopción de centros de datos modulares para reducir el impacto ambiental. Estos sistemas modulares prefabricados ofrecen ventajas significativas, como la reducción de las emisiones de carbono durante la fase de producción en comparación con estructuras de concreto reforzado equivalentes. Además, eliminan los desperdicios y las entregas adicionales por parte de los proveedores. Al ser sistemas integrados y cerrados, están diseñados para eliminar el desperdicio de materiales, energía y agua, lo que los convierte en opciones más sostenibles que los diseños tradicionales de centros de datos.
La demanda de centros de datos eficientes y sostenibles es un imperativo global en la era digital actual. La inversión en tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía y promuevan la sostenibilidad se presenta como una necesidad apremiante para garantizar un futuro sostenible y eficiente en el ámbito de los centros de datos a nivel mundial.
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