Existen tres tipos principales de Internet satelital, diferenciados principalmente por la distancia entre los satélites y la Tierra, lo que afecta cobertura, latencia y velocidad. Según Netline, los satélites de Órbita Baja (LEO) destacan por ofrecer menor latencia, mayor velocidad y conexión más estable, siendo ideales para empresas.
Joel Bendersky, Director Ejecutivo y fundador de Netline, explica:
“Uno de los aspectos que marca más diferencia entre un servicio y otro es la distancia existente entre el satélite que emite los datos y la Tierra. Esta variable reditúa directamente en la cobertura, latencia y velocidad que brindan los servicios”.
- Órbita Baja (LEO):
Operan entre 500 y 2.000 km de la Tierra, lo que permite baja latencia y alta velocidad, ideal para empresas que requieren conectividad en tiempo real. Bendersky señala: “Es una opción ideal para empresas que requieren alta velocidad y latencia baja en ubicaciones remotas. Los servicios LEO son una opción destacada para organizaciones que dependen de la conectividad en tiempo real, como empresas de comunicación, empresas tecnológicas con oficinas distribuidas y centros de investigación”. - Órbita Media (MEO):
Situados entre 5.000 y 12.000 km, ofrecen un equilibrio entre cobertura y latencia reducida, siendo adecuados para sectores industriales en ubicaciones semi-remotas, como puertos, agricultura avanzada o logística. - Órbita Geosincrónica (GEO):
A 36.000 km, permanecen fijos sobre un punto, proporcionando cobertura amplia y constante. Son ideales para empresas que no necesitan latencia baja, pero requieren conexión robusta en zonas sin infraestructura terrestre.
La elección depende de factores como ubicación, presupuesto y requisitos operativos. Para necesidades básicas, el Internet GEO es suficiente, mientras que LEO es mejor para comunicaciones en tiempo real. Netline, con su servicio NetSat basado en satélites LEO, garantiza alta velocidad y baja latencia para empresas modernas.