Productividad, eficiencia y modernización son los pilares que hoy persiguen las cadenas de suministro, sobre todo, con un primer semestre del año bastante lento en términos de intercambio comercial. Sin embargo, se prevé que el segundo semestre muestre algunos signos de crecimiento, principalmente en el último trimestre del año.
En Chile, un mercado que tiene a socios comerciales liderados por China y Estados Unidos, aún existen restricciones de crecimiento por la inflación y altas tasas de interés. Por lo que las tecnologías están proporcionando mayor productividad y eficiencia en los distintos servicios que sustentan el comercio exterior.
Actualmente, el volumen promedio de guías que se procesan diariamente en la industria Courier es cercano a las 40 mil, por lo que es esencial la velocidad de procesamiento y el rol de aduanas para que los envíos salgan del aeropuerto en el tiempo estimado y así evitar retrasos.
Según datos de la Aduana en Chile, en el primer semestre de 2023 el total de importaciones superó 29 millones de toneladas de mercancías, lo que equivale a más de 40 mil millones de dólares a valor CIF. Si bien estos datos se asemejan a los vistos en el periodo prepandemia, el último trimestre de 2023 se augura más prometedor.
Por ello, es importante la constante inversión en infraestructuras digitales que sustenten los procesos aduaneros, dotándolos de herramientas analíticas más avanzadas para favorecer la productividad, seguridad y eficiencia de las cadenas de suministro del país.
Comercio electrónico: el impulso a nuevos volúmenes
El apogeo del comercio electrónico durante los últimos tres años provocó cambios disruptivos en la logística. Agilidad, altos volúmenes de stock, visibilidad y rapidez en las entregas pusieron a prueba a toda la cadena. Y aunque la demanda de e-commerce se ha ido estabilizando y complementando con la compra presencial, dejó grandes lecciones y una de ellas es la proactividad y eficiencia en tecnología.
Sin inversión, no hay crecimiento. Hablamos de digitalizar los procesos para responder a las nuevas demandas y evitar colapsos, embotellamientos y, por ende, retrasos. Para hacer frente a esto, las instituciones fiscalizadoras, a nivel mundial, requieren capacidades, infraestructura y personal capacitado que les permita agilizar sus operaciones.
Alrededor del 90% del volumen en la industria de transporte expreso corresponde a importaciones, por lo que cualquier retraso y demora afecta a millones de operaciones y cientos de clientes. Para evitarlo, la digitalización y transformación tecnológica son grandes aliados. Una estrategia sólida consta de seguridad, facilitación de comercio y trabajo mancomunado público-privado.
Enfrentando el desafío del incremento de la paquetería
En una industria dinámica como la logística, los avances tecnológicos y las soluciones innovadoras generan un gran impacto, beneficiando no solo la efectividad y eficiencia, sino también la movilización de paquetes. Hoy en día, debido al ritmo y volumen de las importaciones, los procesos exigen velocidad, agilidad y una actualización constante de las capacidades para sacar el máximo de provecho al comercio.
Según información entregada por la Asociación Gremial de Transporte Expreso de Chile (Atrex), en Chile los envíos expresos evidenciaron un gran crecimiento ante el auge del e-commerce, presentando grandes desafíos en el sector, sin embargo, gracias a diversas medidas implementadas en la industria esta situación permitió mejorar los procesos operativos y de liberación a días de llegada de los paquetes al país.
Asimismo, señalan que para 2022 existían 90.000 bultos aproximados de mercancía en presunción de abandono, aquellas que no son reclamadas dentro de los plazos estipulados por la normativa vigente (30 días) y quedan en el recinto por mucho más tiempo del habitual, ya sea por falta de información en los documentos, subvaloración u otros, lo que genera una acumulación de paquetes en el centro logístico aeroportuario.
La necesidad de más tecnología
Hoy en día es fundamental priorizar la digitalización, modernización, productividad y eficiencia para lograr una cadena de suministro más ágil, mientras se aborda el aspecto de seguridad y fiscalización para evitar ingresos de productos ilícitos y desarticular bandas.
Sin duda, el dinamismo y facilitación del comercio en la industria es esencial y debe ser tratado mediante la actualización de sistemas y capacidades digitales en pos del desarrollo del comercio. De lo contrario, el comercio nacional se ralentizará, perdiendo dinamismo y competitividad.