Por Diego González, CEO de Defontana.
Según Gartner, el 65 % de las organizaciones prefiere soluciones ERP que integren una o más características de la cuarta revolución. Eso es, al menos, Inteligencia Artificial e integración con otros sistemas.
No obstante, muchas soluciones, nacionales y de clase mundial, que hace 20 años eran de vanguardia, se han quedado obsoletas en su oferta de servicios y se han visto incapaces de cumplir con los crecientes requerimientos del mercado como son integración, conectividad, facilidad de uso, dinamismo, rapidez, aplicaciones móviles, flexibilidad y ciberseguridad, entre otros.
Lo anterior pasa porque se trata de sistemas rígidos, poco flexibles, con implementaciones engorrosas y que no han sabido evolucionar e integrarse de manera empática con los requerimientos del mercado actual.
En efecto, los principales desafíos de la industria, dicen relación con soluciones basadas en la nube para entregar mayor flexibilidad, incorporando además herramientas de Inteligencia Artificial, IA, y optimizando la experiencia de usuario. Asimismo, se exigen sistemas ciberseguros, fáciles de usar, que garanticen la protección de los datos y puedan integrarse, idealmente de forma nativa, con otras herramientas y servicios de terceros.
De esa manera, los ERP han debido evolucionar, como es el caso de Defontana, por ejemplo, hacia un ecosistema digital de gestión, con soluciones simples y escalables, capaces de integrarse a otros sistemas externos que, mediante API’s, enlacen y automaticen el traspaso de información entre la solución y las plataformas externas de clientes y proveedores, como bancos, instituciones financieras, sistemas de calificación de mora, e-commerce, marketplaces, sistemas inmobiliarios y mucho más, permitiendo a las empresas aumentar su productividad y eficiencia de manera significativa.
Asimismo, los ERP que buscan estar al día tienen que desarrollar de manera óptima y segura nuevos modelos de implementación, ágiles y responsables, que permitan dar respuesta a las nuevas necesidades de cada industria, en términos de integración, conectividad y movilidad.
En esa línea, también tienen que incorporar IA, a través de modelos predictivos que utilicen datos históricos para apoyar a las empresas en sus controles, gestión y toma de decisiones.
Por último, la facilidad de uso del sistema también es fundamental, pues de ella depende la rapidez con que se comience a aprovechar el ERP y el ecosistema de soluciones integradas. De esa forma, empresas que han debido migrar por la obsolescencia de sus antiguos ERP pueden empezar a operar de forma rápida, fácil y segura con un acompañamiento especializado.