El pasado 16 de abril se celebró el Día Internacional del Emprendimiento, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que juegan los emprendedores en la economía y la sociedad.
Columnas al director
En cada rincón del mundo, personas con ideas audaces y una visión innovadora se atreven a desafiar el status quo, construyendo negocios que generan empleo, desarrollan tecnología y crean soluciones para problemas reales. Sin embargo, el camino del emprendimiento está lejos de ser sencillo.
Las oportunidades son enormes. Vivimos en una era de transformación digital y acceso a la información como nunca antes. La globalización permite que una startup creada en cualquier país tenga la posibilidad de escalar rápidamente a otros mercados.
Además, el ecosistema de inversión ha evolucionado, con fondos de capital de riesgo, aceleradoras y programas de apoyo que buscan impulsar el crecimiento de nuevas empresas. Las herramientas tecnológicas también han democratizado el acceso a recursos que antes estaban reservados para grandes corporaciones, desde plataformas de marketing hasta inteligencia artificial.
Francisco Carrasco M.
Pero, junto con estas oportunidades, también existen grandes desafíos. La competencia es feroz y el acceso al financiamiento sigue siendo una barrera, especialmente en regiones donde la cultura de inversión en startups aún está en desarrollo. La incertidumbre económica y la regulación cambiante también representan obstáculos constantes. Además, emprender es un viaje solitario y extenuante, donde la resiliencia se convierte en un factor clave para el éxito.
En este Día del Emprendimiento, es fundamental reconocer la valentía de quienes deciden emprender, asumiendo riesgos y enfrentando desafíos con determinación. Pero también es una oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos fortalecer el ecosistema emprendedor, generando condiciones más favorables para que las ideas innovadoras se conviertan en negocios sostenibles.
La colaboración entre el sector público, privado y la academia es clave para fomentar una cultura de emprendimiento que impulse el crecimiento económico y social.
Francisco Carrasco M.
