El proyecto resultó ganador en la competencia Solve for Tomorrow de Samsung donde participaron estudiantes de todo el país. La idea surgió con el objetivo de crear verdaderas instancias de inclusión en el aula de clases.
Un grupo de cinco estudiantes oriundos de Quilpué (Región de Valparaíso) se coronó como ganador del desafío Solve for Tomorrow, impulsado desde hace 5 años en Chile por Samsung y la Fundación País Digital. Esta competencia pretende formar agentes de cambio que impacten de manera positiva en sus comunidades, a través del desarrollo de innovaciones tecnológicas.
Este año, el equipo Seekers of Silence (buscadores del silencio) ganó la instancia con una innovación que refleja inclusión en todos los ángulos del proyecto, desde la idea en sí hasta la configuración de su invención: un dispositivo que, a través de luces, muestra si hay decibeles excesivos en el espacio donde está colocado, con el propósito de crear las condiciones adecuadas de volumen para personas con trastornos del espectro austista (TEA) que sufren de hiperacusia.
La hiperacusia es la intolerancia a ciertos sonidos cotidianos donde los sonidos pueden percibirse como incómodamente fuertes, desagradables, atemorizantes o dolorosos. Se encuentra presente en aproximadamente un 3% población general, y aumenta significativamente en trastornos del espectro autista (TEA), alcanzando entre un 15% a 40%. (Fuente: Revista de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello)
De esta forma, los estudiantes Matías Jorquera, Daniela Morales, Esteban Reyes, Benjamín Labra y Vicente Labra junto a su profesor Carlos Zuleta, pusieron manos a la obra en un proyecto que busca incluir y concientizar a través de la tecnología.
¿Cómo funciona?
El dispositivo creado es, a simple vista, una caja con luces que simulan un semáforo. Pero hay mucho más detrás.
El dispositivo, basado en la tecnología Arduino, se activa para mostrar la luz roja cuando los decibeles están por encima de lo adecuado, y en amarillo cuando están al límite. Algo interesante es que el mecanismo permite regular el umbral de ruido y decibeles permitiendo configurarlo a la necesidad de las personas que estén en el espacio. Teniendo en cuenta la hiperacusia que padecen algunas personas con TEA, la posibilidad de regular el aparato según necesidad se vuelve un punto clave para que el mismo sea funcional.
Pero hay algo más. Según los creadores, esto no funciona si no hay "conciencia y empatía" por parte del resto de los presentes en el salón donde se coloque el equipo. Por lo que el desarrollo tecnológico se convierte en un mensaje y acción de concientización.
Sobre esto, el integrante del equipo Benjamín Labra puntualizó:
Apuntamos a la empatía y la conciencia sobre el otro. Lo primero es empatizar con los estudiantes. Todo el proyecto funciona en base a la conciencia porque el dispositivo no tiene poder si los propios alumnos no se regulan. Esto puede ser un adorno si los estudiantes no regulan su voz y de verdad consideran al otro.
Y agregó que el proyecto surgió ya que se dieron cuenta que en los colegios se estaba impulsando la inclusión incorporando a estudiantes con TEA "pero sin crear las condiciones para que se sientan cómodos". Si bien la idea inicial fue trabajar la contaminación acústica en general, al indagar más se dieron cuenta que este era un problema real que vivían día a día en su escuela, el Colegio Esperanza de Quilpué. Es por eso que pensaron el desarrollo como un aporte a esta y otras instituciones educativas.
La solución de Seekers of Silence ganó entre 660 propuestas de 13 regiones del país que se presentaron este año.
Samsung Solve for Tomorrow es una instancia competitiva que busca formar agentes de cambio a nivel local en las distintas comunidades. Desde hace diez años se lleva a cabo en Latinoamérica y desde hace cinco en Chile, con el apoyo de Fundación País Digital.
Desde sus inicios en Chile, más de 5 mil estudiantes han participado en Solve for Tomorrow junto a 700 profesores guías, presentando más de 950 ideas transformadoras.