Por Gavin Erasmus, Global Sector Head Mining Industrial Project de DHL Global Forwarding.
La demanda mundial de minerales y metales críticos aumentará significativamente en los próximos cinco a diez años. Esto, impulsado por el rápido avance de las tecnologías, la transición a fuentes de energía renovables y la crítica necesidad de un desarrollo sostenible.
Sin embargo, la industria minera está expuesta al microscopio por su impacto en el medioambiente y su licencia social para operar. Son cada vez más los gobiernos, las comunidades y las organizaciones ambientalistas que están obligando a la industria a analizar las actividades operativas para encontrar un equilibrio entre la necesidad de metales y minerales, y los métodos para obtenerlos.
Las oportunidades están disponibles y, si bien la financiación para ellas siempre será el primer obstáculo a considerar, existe una presión significativa sobre la industria para que cumpla los objetivos de sostenibilidad. Sólo a través de prácticas mineras sustentables, la industria tendrá la licencia social para operar y cumplir con los exigentes pronósticos de crecimiento.
Tendencias y prácticas actuales
La minería sostenible abarca prácticas que mitigan el impacto ambiental, garantizan el bienestar de la comunidad y promueven la viabilidad económica. Implica reducir las emisiones de carbono, conservar el agua, rehabilitar las tierras minadas y garantizar que las comunidades locales se beneficien de las actividades mineras.
Hoy son muchas las empresas innovadoras que están adoptando medidas para frenar su huella de carbono, mediante el uso de camiones mineros propulsados por pilas de combustible de hidrógeno, los cuales reducen significativamente las emisiones de carbono en comparación con los camiones tradicionales con motor diésel.
Además, hay algunas mineras que esperan lograr la neutralidad de carbono en todas sus operaciones para 2040; otras se han comprometido a reducir las emisiones operativas en un 30% para 2030 y apuntan a emisiones netas cero para 2050. Asimismo, hay muchas inversiones asociadas a proyectos de energía renovable, como energía solar y parques eólicos para alimentar sus operaciones mineras.
Respecto al agua, hay prácticas sostenibles que están implicando minimizar su uso y garantizar la calidad. La rehabilitación de tierras es otra práctica interesante para restaurar los ecosistemas y garantizar que la tierra pueda usarse para otros fines en el futuro. Esto incluye remodelar el terreno, esfuerzos de reforestación, replantar vegetación nativa y restaurar los hábitats locales a su estado natural.
Minería sostenible y reutilizable
Garantizar que las actividades mineras beneficien a la comunidad local es una piedra angular de la minería del futuro. Esto incluye prácticas laborales justas, inversión comunitaria y desarrollo de infraestructura. Hoy existen esfuerzos para crear impactos positivos en las comunidades brindando empleos, capacitación, oportunidades educativas, atención médica, proporción de agua potable; además del impulso de proyectos de infraestructura local, como carreteras e instalaciones sanitarias.
Existe la necesidad de promover una economía circular, donde los materiales se reutilizan y reciclan. Hay que estar a la vanguardia del reciclaje de metales preciosos, residuos electrónicos y catalizadores de automóviles, para recuperar metales valiosos como oro, plata y platino.
La sostenibilidad se ha convertido en un enfoque crítico para la industria minera. Hay un foco en invertir en tecnologías para minimizar el uso de agua, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y garantizar una gestión adecuada de los residuos. Las fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, se utilizan cada vez más para impulsar las operaciones mineras.
Vivimos un momento crucial, donde la industria desempeñará un papel fundamental en el suministro de los materiales esenciales necesarios para el desarrollo económico y el progreso tecnológico. Al navegar eficazmente estas tendencias y desarrollos, la industria puede lograr crecimiento y, al mismo tiempo, contribuir a un mundo más sostenible y equitativo.