La digitalización ha traído consigo un aumento de ciberataques que afectan tanto a personas como a empresas, lo que ha impulsado al sector financiero en Chile y otros países de la región a apostar por los ciberseguros. Estas pólizas están diseñadas para mitigar las consecuencias financieras de incidentes cibernéticos y para garantizar el cumplimiento de las normativas de seguridad, especialmente ante el incremento de ataques sofisticados como ransomware, phishing y malware.
Fabiana Ramírez Cuenca, investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, destaca:
"Entre los ataques que más afectan a las compañías y entidades gubernamentales son los de ransomware, los cuales podrían culminar con extorsión monetaria para la devolución de los mismos. Esto gráfica la velocidad con que los cibercriminales están perpetrando sus ataques, siendo el ancla para la proliferación de ciberseguros que, además, crecen en respuesta a los cambios regulatorios en el mundo."
Tony Anscombe complementa esta visión al señalar que "el seguro cibernético está intrínsecamente vinculado a la regulación, ya que las pólizas a menudo cubren multas impuestas por reguladores de privacidad o demandas derivadas de incidentes como ransomware."
En Chile, algunos bancos y compañías especializadas ya ofrecen seguros contra riesgos cibernéticos que incluyen coberturas para la pérdida de datos, interrupción operativa, extorsión y daños a terceros. Sin embargo, Ramírez subraya que estas coberturas están condicionadas al cumplimiento de medidas preventivas específicas, señalando:
"Las pólizas de los ciberseguros pueden ser complejas y difíciles de entender y muchas veces podrían dejar lugar a lagunas en cuanto a la cobertura de ciertos eventos."
A pesar de estos desafíos, la contratación de ciberseguros se está convirtiendo en una tendencia imprescindible ante las pérdidas financieras que generan los ataques. Ramírez enfatiza:
"Es importante que las organizaciones cuenten con estos seguros para proteger su economía, ya que los incidentes no solo son frecuentes, sino que muchas veces son imposibles de evitar, más allá de que se cuente con todas las medidas preventivas existentes."
En la región, países como México, Colombia y Brasil también están adoptando ciberseguros, especialmente en sectores clave como la banca y las finanzas. La proliferación de estos servicios en América Latina es un reflejo de la creciente necesidad de protegerse frente a las amenazas cibernéticas, asegurando tanto la operatividad como la confianza en un entorno digital cada vez más complejo.