Hace exactamente un año, entre el 18 y el 23 de agosto de 2023, la Región del Maule experimentó uno de los eventos hidrometeorológicos más devastadores de su historia.
Las intensas lluvias y el desborde de los ríos Teno y Lontué, afluentes del río Mataquito, provocaron severas inundaciones en Licantén, Hualañé, Curepto, Teno, Sagrada Familia y Rauco, dejando a más de 39 mil aislados, 22 mil damnificados y miles de hectáreas de uso agrícola inundadas.
El meteorólogo Gianfranco Marcone detalló que:
“Este evento climático extremo fue causado por un río atmosférico que intensificó un sistema frontal, cargándolo de agua. Además, este fenómeno meteorológico se desarrolló en una fase cálida, lo que elevó considerablemente la isoterma cero, provocando precipitaciones en zonas altas y el consecuente aumento de los caudales con las conclusiones que vimos”.
A pesar de la magnitud del desastre, la respuesta de la comunidad fue destacable. Bomberos, vecinos, pescadores y organizaciones locales se movilizaron para evitar una catástrofe mayor en términos de pérdida de vidas humanas. Este actuar, colectivo y rápido, tuvo su origen en la información entregada por la Junta de Vigilancia de Río Lontué (JVRL), organismo que emplea tecnología de vanguardia para monitorear el estado de la cuenca.
Tecnología al servicio de la comunidad
Por su parte, Catalina Castro, de la Junta de Vigilancia de Río Lontué, explica que:
“...[] poco antes de las inundaciones, la startup Capta Hydro nos había instalado una estación de radar en el río Lontué. Además, ya contábamos con un dispositivo Tnano en el estero Río Seco, un punto estratégico donde en 1986 el agua se desbordó, inundando todo Lontué”.
A las 11 de la noche comenzaron a llegar las alertas del equipo Tnano, relata Castro, primero como mensaje de texto, luego a mi WhatsApp y a mi correo. Inmediatamente, avisó a las autoridades de Molina, comuna a la cual pertenece Lontué, y en coordinación con Senapred se inició la evacuación y añadió que:
“...[] estos mismos equipos nos entregaron la información para alertar a bomberos de Licantén, ya que según nuestros datos la inundación era inminente. Ellos (bomberos) se instalaron en varios puentes de la zona para monitorear y generar las alertas”.
También se avisó a Licancel, planta de Celulosa Arauco que operó en la zona desde 1992 hasta 2023.
“...[] a las 18 horas llamé al gerente para avisar que el agua llegaría en 8 horas aproximadamente. Por fortuna él me escuchó, evacuando a todos los trabajadores a tiempo”.
AMARU... El corazón de Capta Hydro
La Junta de Vigilancia del Río Lontué cuenta con varios sistemas de monitoreo, sin embargo, la información más confiable provino de los equipos de Capta Hydro, que desarrolla tecnología de datos que es empleada en más de 40 ríos, desde la Región de Atacama hasta la de Aysén.
Al respecto, Emilio de la Jara, CEO de Capta Hydro explicó que:
“...[] Nuestras soluciones de telemetría son una herramienta robusta y fácil de instalar, diseñadas para soportar condiciones climáticas tan adversas como las registradas en 2023 en la provincia de Curicó. Días después encontramos uno de nuestros equipos enterrado en el barro. Lo volvimos a conectar a la fuente de energía y funcionó sin problemas”.
Con esto, añade el vocero, proporcionaron datos precisos sobre el caudal y otras variables clave, centralizados y presentados de forma clara a través de su software AMARU.
"...[] esto facilita la toma de decisiones rápidas ante eventos climáticos extremos. Gracias a esta información, la Junta pudo elevar las alertas y proteger a miles de personas”.