Caleta Tortel y Villa O’Higgins, ubicadas en los rincones más australes de Chile, han dado un importante paso en la gestión de residuos al recolectar más de 3 toneladas de chatarra domiciliaria. Este material viajará miles de kilómetros para ser reciclado y convertido en acero verde, un proceso que minimiza la huella de carbono y refuerza la sostenibilidad en comunidades remotas. La iniciativa es fruto de la colaboración entre municipios, empresas privadas y organizaciones locales, destacando el papel activo de los vecinos.
Los municipios de Villa O’Higgins y Caleta Tortel, en alianza con AZA, Karun y Balloon Latam, coordinaron esta campaña que incluyó talleres educativos para enseñar a las comunidades sobre separación y gestión de residuos. Durante semanas, los equipos locales recorrieron hogares y muelles, recolectando chatarra acumulada por más de tres años. Entre los materiales recuperados destacan electrodomésticos y metales pesados que ahora tienen un nuevo propósito.
El alcalde de Villa O’Higgins, José Claudio Fica, comentó:
“El compromiso de los vecinos fue fundamental para llevar a cabo esta limpieza, mejorando tanto el entorno como la calidad de vida de nuestra comuna.”
El material recolectado será transportado más de 2,100 kilómetros desde el extremo sur de Chile hasta las instalaciones de AZA, donde será preprocesado y transformado en acero verde. Este producto cuenta con una de las huellas de carbono más bajas del mercado, lo que lo posiciona como una opción sostenible para la industria de la construcción.
El jefe de Sostenibilidad y Comunicaciones de AZA, Julio Manterola, destacó:
“Llevar la cultura del reciclaje a localidades tan apartadas es muy significativo. Esto fomenta un ecosistema de economía circular que beneficia tanto al medioambiente como a las comunidades.”
La directora regional de Balloon Latam, Pamela Barroso, enfatizó la importancia de los talleres educativos, que no solo complementan la recolección de residuos, sino que también generan conocimiento práctico en las comunidades:
“Ese aprendizaje queda en la gente, asegurando que estas prácticas puedan continuar a largo plazo.”
Este proyecto, que ya se ha replicado en localidades como Hualaihué, es parte de un esfuerzo continuo por expandir prácticas de reciclaje en zonas apartadas. Las organizaciones involucradas esperan seguir desarrollando iniciativas similares en otras regiones del país.
¿Cómo crees que iniciativas de reciclaje como esta podrían aplicarse en otras comunidades para fomentar la sostenibilidad a nivel local?