En el amanecer de la Era de la inteligencia artificial, la eficiencia energética emerge como un desafío y oportunidad para las corporaciones. Este nuevo horizonte, caracterizado por una creciente adopción de tecnologías de IA, coloca a la sostenibilidad y el manejo energético eficiente en el centro de las estrategias empresariales.
Según estudios recientes, como el realizado por AMD, una proporción significativa de líderes en tecnología de la información prioriza la inversión en IA, reconociendo su potencial transformador en todos los aspectos de la vida corporativa. Sin embargo, este entusiasmo por la innovación lleva consigo preguntas cruciales sobre el consumo energético y el impacto ambiental de estas tecnologías avanzadas.
La búsqueda de soluciones que armonicen la demanda de computación con la sostenibilidad ambiental es ahora más crítica que nunca. AMD, en el contexto del Día Mundial de la Eficiencia Energética, subraya su compromiso con el desarrollo de tecnologías que no solo sean punteras en el ámbito de la IA, sino que también sean líderes en eficiencia energética.
Nicolás Cánovas, Director General de AMD para Latinoamérica, destaca el enfoque integral de la empresa en el diseño de sus chips y sistemas:
"En AMD asumimos el liderazgo marcando el ritmo de la innovación, y lo hacemos con un compromiso por impulsar responsablemente el sector informático. A medida que se acelera la demanda de soluciones informáticas intensivas, el consumo de energía adquiere una importancia crítica. Nuestro enfoque holístico del diseño de chips y las mejoras a nivel de sistema nos ayudarán a ofrecer soluciones más eficientes desde el punto de vista energético. Nuestro objetivo 30x25 hace hincapié en la eficiencia energética a medida que diseñamos y lanzamos al mercado procesadores y aceleradores para IA y HPC".
Las empresas reconocen en la IA una herramienta valiosa para minimizar su huella de carbono, optimizar operaciones y reducir costos. AMD se posiciona como un aliado estratégico en este esfuerzo, ofreciendo una gama de procesadores y aceleradores energéticamente eficientes, diseñados para soportar las cargas de trabajo de IA más exigentes en diversos entornos, desde centros de datos hasta la nube.
Los aceleradores AMD Instinct MI300 y el Alveo V70 son ejemplos destacados de esta innovación, capaces de gestionar aplicaciones intensivas como ChatGPT y otras, garantizando a la vez una operación energéticamente eficiente.
¿Cómo crees que la inteligencia artificial puede contribuir aún más a la eficiencia energética en el ámbito corporativo?