El mundo de las telecomunicaciones es mucho más que 5G y fibra óptica. También hay empresas importantísimas en la cadena de suministro digital, que son claves como los Centros de Datos, cuya labor más reconocida es ser una instalación física que permite disponer de servidores para albergar toda la data que se crea en internet.
Cuando a uno le dicen, subir los datos a la nube, no es que la data esté en las alturas, sino que es una manera figurativa de decir, que será almacenada en los diferentes centros de datos a nivel mundial.
En el marco del mes de las telecomunicaciones, también quisimos darle la palabra empresas del sector de data center, y del rubro, la primera en responder fue Cirion Technologies.
En esta dinámica, conversamos con Alejandro Girardotti, director Senior de Producto, Innovación y Alianzas Estratégicas de Cirion Technologies, cuya función dentro de la compañía es tener a su cargo la gestión, desarrollo y lanzamiento de nuevos productos, así como también velar por evolución del portafolio completo de servicios de conectividad, seguridad, voz, colaboración, nube, borde (Edge) y distribución de contenido.
De los últimos 10 años: ¿Cuál cree que ha sido el mayor avance en términos de tecnologías para las telecomunicaciones y por qué? ¿Cómo ha aportado su firma?
Ciertamente, en los últimos diez años han pasado muchas cosas en el ámbito tecnológico, pero sin duda, uno de los grandes avances ha sido el mayor desarrollo de redes de fibra óptica. La fibra ha sido un disparador importantísimo para el incremento de la llegada de los grandes volúmenes de datos que se requieren para poder atender las necesidades de los usuarios que esperan tomar información ubicada en distintas ciudades y regiones del mundo.
Por otro lado, también está la mejora en las redes inalámbricas. En los últimos 10 años pasamos del 3G al 4G, y luego al 5G, lo que ha permitido justamente el salto cuántico desde los mensajes de texto bastante elementales que teníamos hace 10 años atrás, hasta las redes sociales, la mensajería instantánea, el streaming y el trabajo remoto de hoy.
El otro gran salto tiene que ver con el desarrollo de redes satelitales de baja altura, donde actualmente hay dos o tres redes que están alumbrando toda la esfera terrestre con una conectividad de muy buena calidad.
Desde nuestra vereda, hemos aportado en el desarrollo de fibras metropolitanas, en el mantenimiento y la mejora de las fibras submarinas intercontinentales, en el desarrollo de nueva infraestructura de data center para hacer que esas fibras converjan y haya interconexión entre múltiples carriers.
Según su perspectiva, cree que las telecomunicaciones juegan un rol integrador para las operaciones de su firma. ¿Por qué? ¿En qué servicios ha jugado un rol significativo?
Para el negocio de Cirion las telecomunicaciones han tenido un rol fundamental. Hemos existido todos estos años a causa de esto: Nacimos como una empresa de ingeniería en telecomunicaciones con foco en proyectos a medida para transmisión de datos satelitales en los años 90. Construimos y lanzamos nuestra propia red de fibra óptica en los años 2000, y por fusión con empresas globales, pasamos a contar también con una red submarina, posicionándonos como uno de los más importantes proveedores de accesos corporativos en América Latina. Construimos 18 Data Centers interconectados en toda la región, y por todos estos años no hemos parado de evolucionar con la tecnología y las necesidades de nuestros clientes.
Evidentemente, también nos ha permitido acompañarlos en su desarrollo y transformación digital, en su internacionalización y en la concentración de aplicaciones en distintos data centers en el mundo y en las nubes, por ejemplo. Adicionalmente, durante el periodo de pandemia, las telecomunicaciones tuvieron un rol protagónico, al permitir a muchas organizaciones seguir operando pese a las restricciones de movilidad que existía.
La transformación digital y la inteligencia artificial son dos grandes temas en boga en estos momentos. ¿Cuál piensas que es el rol actual de las telecomunicaciones en estos dos puntos?
Ambos existen hace más de 20 años, no son nuevos. ¿Pero qué ocurría antes? No habían canales de comunicación que permitieran su desarrollo, ni darles el espacio y permitir la accesibilidad a la comunidad en general. Terminaba siendo algo que se desarrollaba en un gran laboratorio en algún lugar y era, de alguna forma, un experimento científico.
Hoy, la inteligencia artificial es parte de nuestra realidad, de nuestros celulares, nuestros smartwatches, todo lo que usamos de algún modo está asistido por algún grado de inteligencia artificial. Para esto tuvo que haber un proceso previo de transformación digital. Un banco, por ejemplo, no podría hacer uso de la inteligencia artificial si antes no digitalizó procesos, no incorporó determinadas tecnologías que le permitan dar el próximo paso y “deshumanizar” determinadas tareas o ciertas partes en la gestión.
Si no hubiese telecomunicaciones, si no tuviesen el grado de desarrollo que tiene, si no estuviese masificado como lo está en la actualidad, seguiríamos estando en un estadio menos desarrollado. A esto también hay que sumarle la mejora en las tecnologías de procesamiento, tanto de los celulares como de las computadoras, y otros dispositivos. Mucha de esa tecnología de procesamiento también está puesta en las nubes, con lo cual de algún modo se descarga la exigencia sobre los equipos finales.
La IA y la Transformación Digital existe hace más de 20 años, no son nuevos. ¿Pero qué ocurría antes? No había canales de comunicación que permitieran su desarrollo, ni darles el espacio y permitir la accesibilidad a la comunidad en general.
¿Cómo ha avanzado en el país la brecha digital y cuál ha sido el papel de ustedes para acortar estas brechas?
Hemos sido testigos del nivel de avance de Chile en relación con la brecha digital, la que aún sigue existiendo; sin embargo, hoy hay más accesibilidad. Las distintas empresas, al desarrollar más infraestructura, montar plataformas que permitan estar conectados desde distintos lugares, han permitido acortar esa brecha.
La educación a distancia ha sido uno de los motores del acercamiento de personas de distintos lugares a una situación de igualdad. Por otro lado, el teletrabajo también ha sido uno de los mecanismos que ha permitido acercar a las personas y capacitarlas para que puedan funcionar desde lugares remotos.
El país ha avanzado y, probablemente en Latinoamérica, es uno de los países con mayor penetración digital. A nivel de celulares, Chile es uno de los países que mayor cantidad de líneas por usuario tiene. Esto no quiere decir que estemos en el mejor de los mundos, pero sí en una situación un poco más ventajosa”.
Sin lugar a dudas, la llegada de Starlink a Chile durante la pandemia fue un hito. Hoy en día muchas firmas de la industria buscan trabajar con ellos. ¿Qué significó la llegada de Starlink al país y por qué fuimos uno de los primeros países en contar con esta tecnología?
Esta tecnología satelital es algo que se venía gestando desde hace un tiempo, no fue algo que apareció de golpe. Se dio la casualidad de que la pandemia coincidió con que estas redes ya estaban desarrolladas y desde ese momento se potenció como negocio. La ventaja de las redes satelitales de baja altura es que permiten una performance adecuada, a un costo medianamente razonable.
Chile tiene una estabilidad jurídica y económica, comparado con otros países de la región, bastante buena y adicionalmente, tiene una geografía que hace muy difícil el desarrollo de fibra óptica por todos lados, lo que a su vez facilita el negocio de satélites de baja altura.
En un país tan largo como este, con tanta concentración en algunos centros urbanos, por un lado, y grandes superficies sin nada, por otro, desarrollar infraestructura cableada es bastante costoso y a veces no se justifica. Y se suma a eso, el desarrollo de las redes soportadas por software, las redes SDWan que optimizan el uso de estos vínculos, entonces acá hay una ventaja al tener un canal, que permite independizarse del medio físico y optimizar, a través del software, el uso de ese canal. El entorno nacional también favoreció la adopción de este negocio.
¿Usted cree que estamos al debe en el despliegue de 5G y fibra óptica? ¿Qué nos faltaría para tener full cobertura?
En términos generales, hacen falta recursos, inversión, un plan y una estrategia que le permita a las empresas tener la seguridad de que las inversiones que hagan van a ser rentabilizadas en el tiempo. En el tema del espectro radioeléctrico ha habido grandes discusiones. El 5G, que es muy demandante de infraestructura básica, está bastante concentrado en algunas zonas de Santiago, y la red 3G ya se está apagando.
Estamos en el momento más complejo, ya que hay que invertir mucho para que siga desarrollándose el 5G, y la tecnología de cuarta generación ya no da abasto para el tamaño de aplicaciones que tenemos.
El Estado de algún modo debe garantizar las condiciones necesarias para que la inversión sea rentable y atractiva, porque además eso también genera empleo y beneficios adicionales teniendo en cuenta el tamaño de mercado que tenemos. Hoy existe una red troncal de punta a punta en el país, ahora hay que sacarle productividad. Pronto tendremos la red oceánica Humboldt a la que hay que rentabilizar con negocios y valor agregado. Ahí es donde hay que seguir trabajando, aún tenemos espacio para avanzar.
¿Es un error que algunas operadoras hayan dejado de lado sus operaciones de fibra óptica y centro de datos?
En una situación de ese tipo, se trata de estrategias comerciales de las empresas. Es probable que esas compañías hayan hecho su caso de negocio y encontraron un conjunto de soluciones donde era más eficiente que esa operación la hiciese un tercero y de paso, que eso les permitiese satisfacer a sus accionistas. Más allá que sea un error o no, han surgido modelos de negocios distintos, algunos enfocados en administrar y mantener infraestructura, mientras que otros, están orientados a desarrollar negocios de valor agregado. ¿Son compatibles los dos? Probablemente sí, pero algunas compañías han decidido que no y han preferido tercerizar.
En definitiva, se trata de distintas formas de enfocar un negocio, tomando distintas capas de éste, haciéndolas más eficientes también.
Finalmente: ¿Será una buena medida que todas las operadoras operen sólo sobre una red de fibra óptica que fuera mantenida por una sola empresa o esta situación no generaría que no hubiera competencia entre las operadoras?
Desde Cirion creemos que está bien que cada organización se desarrolle y que se puedan usar cosas en conjunto, compartir, segurizar; que haya algún plan estratégico en donde cada uno aporte una parte. Pero la libre competencia y el mercado tienen que seguir existiendo. Si no, vamos a un modelo hegemónico que en el largo plazo termina perjudicando al usuario y, en último término, a la industria.
Los monopolios finalmente no generan competencia y hacen que haya menos innovación y menos inversión.