El uso de agua desalada en la industria minera está avanzando rápidamente con el objetivo de reducir el consumo de agua continental y enfrentar la crisis hídrica. Cochilco proyecta que para 2034, casi el 70% del agua utilizada en minería provendrá de plantas desalinizadoras, lo que representa un incremento significativo en comparación con el 34% actual.
Actualmente, el sector ya reutiliza el 74% del agua en sus procesos y solo consume un 4% del agua continental del país. La industria ha impulsado tecnologías innovadoras de reutilización y desalinización, en particular debido a la creciente demanda de minerales clave para la transición energética.
Compromiso Minero, una red de más de 110 organizaciones, se ha comprometido a que para 2025 el 90% del agua utilizada por la industria minera sea agua de mar o reutilizada. A nivel de infraestructura, en Chile ya hay 31 plantas desaladoras aprobadas, 24 operativas y el resto en construcción, con una capacidad actual de 9.482 litros por segundo (l/s), que aumentará en 6.900 l/s con los nuevos proyectos en desarrollo.
Rafael Palacios, vicepresidente ejecutivo de Acades y adherente de Compromiso Minero, destacó que:
“[...] es lo que ha hecho BHP con minera Escondida que desde el 2020 solo utiliza agua desalada, o Minera Centinela de Antofagasta Minerals, que desde 2023 utiliza sólo agua de mar. A ellos se suma Anglo American, que comprometió ante Naciones Unidas dejar de utilizar agua continental en Los Bronces a partir de 2030”.
Otros ejemplos que destacan iniciativas en desalinización de empresas como Codelco y Compañía Minera del Pacífico, que han implementado el uso de agua desalada y reciclada en sus operaciones.
La región de Antofagasta, que concentra gran parte de la demanda de agua, también está liderando innovaciones tecnológicas. La Universidad de Antofagasta ha desarrollado una tecnología biológica de desalinización que inhibe la fijación de organismos marinos, lo que optimiza el proceso y que ha sido adquirida por la empresa Glauben Ecology para su implementación.
El Dr. Fernando Silva Aciares, director del Departamento de Biotecnología de la Universidad de Antofagasta, afirmó que:
“[...] el impacto regional de esta investigación se verá reflejado en empresas que desarrollan actividades en donde se utiliza el agua de mar para procesos productivos mineros, como fuente de agua potable para desaladoras o en actividades acuícolas productivas. Los resultados obtenidos hasta ahora permiten prospectar el desarrollo de herramientas biotecnológicas que puedan utilizarse en la industria acuícola, minera y sanitaria, sin efectos negativos para el ecosistema”.