Durante el último año la inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser una tecnología experimental a un elemento cada vez más presente en nuestras vidas. Inicialmente concebida para realizar tareas específicas, como responder preguntas o ejecutar comandos sencillos, la IA, especialmente en dispositivos móviles, ha evolucionado hacia algo mucho más ambicioso: convertirse en un agente verdaderamente humanizado capaz de comprender, anticipar y actuar de manera proactiva.
Francisco Carrasco M.
En Chile, el uso de la inteligencia artificial (IA) entre usuarios finales muestra un avance moderado. Según la II Encuesta de Percepción Social de la IA en Chile 2024, solo un 33% de los chilenos la utiliza para tareas simples como buscar información, mientras que apenas un 5% la emplea para automatizar procesos, lo que revela un potencial aún por desarrollar.
Cuando se habla de IA en dispositivos móviles, lo primero que viene a la mente son los asistentes virtuales que responden a comandos de voz. Sin embargo, la verdadera transformación está ocurriendo detrás de escena, con tecnologías de IA integradas directamente en los dispositivos. Esto permite respuestas rápidas sin depender de la nube, mejorando la privacidad y eliminando la necesidad de conexión a internet.
Jonathan Munizaga
En Samsung hemos dado un paso importante en la evolución de la experiencia móvil con el lanzamiento del programa beta de One UI 7. Esta nueva versión del software que da vida a nuestros dispositivos Galaxy, incorpora potentes funciones de IA y un control más sencillo, permitiendo a los usuarios interactuar de manera más natural con sus equipos. A través de un diseño optimizado, One UI 7 logra que cada toque en la pantalla active agentes inteligentes, ofreciendo una experiencia fluida y personalizada.
La actualización representa un paso más hacia el futuro de la IA en dispositivos móviles, que se perfila como algo más profundo: un agente humanizado capaz de interpretar necesidades y emociones. El desarrollo de modelos de IA más pequeños y rápidos ha sido clave para lograr esto.
Jonathan Munizaga
En Samsung, por ejemplo, hemos trabajado en técnicas avanzadas como la cuantización, que optimiza cálculos para mejorar la velocidad, y la poda de modelos, que elimina elementos innecesarios para hacer la IA más eficiente.
Esto no es solo ingeniería; es una forma de acercar la tecnología a la comprensión humana. Un dispositivo equipado con IA puede aprender de nuestras rutinas, anticipar acciones y ofrecer soluciones antes de que las pidamos. Por ejemplo, un smartphone que detecte signos de fatiga podría sugerir un descanso, mientras que un televisor podría ajustar automáticamente el volumen en función del ruido ambiental.
Jonathan Munizaga
Aunque la idea de una IA humanizada es emocionante, plantea desafíos significativos. Las empresas deben equilibrar el deseo de crear experiencias más naturales con la necesidad de proteger la privacidad de los usuarios. Asimismo, los desarrolladores deben encontrar formas de hacer que estos modelos complejos funcionen en dispositivos con recursos limitados, como teléfonos y relojes inteligentes.
El futuro está en nuestras manos
El avance hacia una IA más humanizada no se trata solo de hacer que los dispositivos sean más inteligentes, sino de hacerlos más comprensivos. Un smartphone ya no es solo un asistente digital; se está convirtiendo en un compañero proactivo que mejora nuestras vidas de maneras que hace solo una década eran inimaginables.
Con One UI 7, en Samsung no solo estamos mejorando la experiencia de usuario, sino que también estamos cimentando las bases para un futuro en el que la inteligencia artificial será cada vez más integrada y accesible. Esta plataforma de IA no solo se adapta a las necesidades del usuario, sino que prepara el terreno para los próximos avances que se verán en los dispositivos móviles, anticipando una era de interacción más intuitiva y unificada, que culminará en los próximos lanzamientos que presentaremos en CES 2025 en Las Vegas.
Juan Andrés
Estamos en el umbral de una nueva era en la que los dispositivos no solo ejecutan órdenes, sino que entienden nuestras necesidades. El futuro de la IA no es un sueño lejano: ya está aquí, en la palma de nuestras manos.
